sábado, 19 de julio de 2014

ITINERARIOS POR COLOMBIA/ECUADOR 2014 (A/B)

TERCERA ETAPA: A/B-POPAYÁN (COLOMBIA) // IBARRA (ECUADOR)
                                                                         (Crónica el 3 de agosto de 2014)
El 31 de julio, abandonamos Popayán para ir a Ipiales, (último pueblo de Colombia, frontera con Ecuador). La mañana empieza bien, las FARC que llevaban tiempo sin actuar, han puesto un petardo en la carretera de Cali a Popayán y no vienen autobuses. Afortunadamente un valiente pasó y con él vamos a hacer el trayecto hasta Ipiales. La carretera es como la antigua de Velate, pero con obras. Cantidad y cantidad de camiones con cargas pesadas en ambas direcciones. Carretera estrecha y Kilómetros y Kilómetros de lona verde en mitad de la vía indicando que están en obras. Las paradas para que pasen unos, al ser tantos kilómetros son eternas. Hemos empezado el viaje en 1.700m de altitud, y ahora ya estamos en zona tropical. Colombia es así por todas partes, subidas y bajadas, con grandes cambios de altitud. ¿Ropa de verano o de invierno? No sabes cómo acertar. Seis paradas largas hemos hecho hasta Pasto. La carretera es "cortante", como la del cañón del Colca o apurando como la carretera de la muerte en Bolivia, pero es preciosa. De Pasto, proseguimos a Ipiales.
Llegamos sin problema y agradeciendo al chófer el viaje, pues ha sido un fenómeno entre lo del petardo y todo eso llevaba 12 horas al volante. Aquí había que coger un taxi para que nos llevara al puesto fronterizo de Rumichaca o algo parecido. A los pocos minutos de ponerse a andar el taxi, un sexto sentido me dice que me falta algo. Rebusco en mi bolsa de mano y..., ¡me faltaba la cámara de fotos!. Paro al taxi, cojo otro y a la estación de buses. Mi autobús se ha ido a echar gasolina a una gasolinera propia de la empresa en las afueras del pueblo. Otro taxi y a esa gasolinera. Ahora tenía que ver cuál era mi autobús, pues había unos cuantos. Afortunadamente tenía los billetes en donde marcaba el n° del bus. Lo encontré y  casi sin decirle nada al chófer subo, voy a mi asiento y..., allí estaba. Ahora a hacer el camino de vuelta pero más contento. Mis amigos se habían bajado del taxi con todas las pertenencias, porque era colectivo y no podía esperar. No se lo creían cuando aparecí con la máquina.
Otro taxi y a la frontera. En la colombiana, ninguna pega, sello y para fuera. Andamos por un terreno de nadie hasta llegar a la Ecuatoriana ( Tulcan), también todo bien, ni abrir mochilas ni ningún requisito de entrada, no como en España a los sudamericanos. Otro taxi y hasta el pueblo de Tulcan para agarrar el bus que nos llevaría a Ibarra, pues se nos ha hecho casi de noche y Quito queda lejos. Al poco de salir en este bus, suben dos policías, porque estamos en la aduana ecuatoriana, y así a ojo hacen bajar a tres pasajeros, entre ellos a mí. Me registran la mochila y al cabo de un rato me dejan volver a subir. El bus es nuevo, pero cada dos por tres suben los vendedores y ofrecen sus productos mediante un discurso previo.
Después de 3 horas de bus, llegamos aIbarra, ciudad importante en Ecuador. Geme había descubierto por la guía un hotel al que lo ponían bien: Hotel Ejecutivo. Con un taxi vinimos a este hotel, algo mosqueados porque el taxista no sabía donde estaba. El hotel era como el de la película de Psicosis de Antoni Perkins. Nos abrió la puerta una viejilla, coja, con un pelo blanco larguísimo  y que tenía un brazo medio colgando. Éramos los únicos huéspedes del hotel. La habitación no estaba mal, pero el local olía a cera y humedad. Después de dejar las mochilas nos fuimos a cenar.
El sitio mas famoso es la Plaza de la Merced, donde hay que comer en unos puestos pequeñitos, sentados en unos taburetes. A estos "restaurantes", le llaman los "agachaditos". Sobra explicación. Dejamos los agachaditos para otros más bajos que nosotros, y nos fuimos a un asador, donde nos pusimos "moraos" de carne y cerveza. Luego les comuniqué a mis amigos que quería irme a Atacames, a recordar lugares por los que anduve en el 1992. Ellos se quedarían un día más en Ibarra y nos veríamos el sábado en Quito. Quería hacer la carretera que hace años hice en un autobús que iba sobre unos raíles de Ibarra a San Lorenzo y que se llamaba el autoferro. Lo hice por carretera, pero aún recordaba algunos lugares del camino. Mañana Atacames.

Agur Daniel

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