jueves, 17 de diciembre de 2009

VUELTA A CASA


Delhi, 13-14 de Agosto de 2009.
A las 12 de la noche, dejamos el Hotel Saina, Una báscula "decía" que yo pesaba 70 Kg ( no lo creo).
Quien nos trajo al aeropuerto, era casi un niño conduciendo, pero condujo muy bien, y para las 12 y media ya estábamos en el aeropuerto.
Nos pidió propina, claro está, pero.., no se la dimos
Los trámites, fueron rápidos, de hecho fuimos los primeros en meter las mochilas en las "Qatarís".
Con la poli, tampoco hubo problemas y nos estamparon el sello( Ni miraron lo de Nepal).
El siguiente paso a la sala de embarque, ya fue más minucioso.
El aeropuerto es amplio, luminoso y limpio. Pero, mucha policía patrullando, y.., cantidad de gente con mascarilla. ( La psicosis de la gripe A, hace estragos).
Me habían quedado 450 Rupias sin cambiar, ( la cerveza que no tomé, el cinturón de cuero que no compré ,y no las podía cambiar pasado el último tramite aduanero. Al final, un "indio" de una tienda, me las cambió al precio que él quiso. Me dió 6 euros.
Hoy, aquí en la televisión del aeropuerto, están pasando imágenes de la expansión de la gripe a sobretodo en la zona de Bangalore.
A las 5 de la madrugada, salíamos de Delhi.
El viaje fue tranquilo, aunque a mí, cualquier movimiento extraño del avión, me produce taquicardia.
Fueron 4 horas de viaje, en teoría llegamos a Doha ( capital de Qatar) a las 9, pero del horario indio, que eran las 6 del horario qatarí . El aeropuerto es grande y lujoso. Hay una mezquita, para rezar, y una sala para dormir. Cada uno se establece donde puede. Hay un colapso en el baño, y es que hemos coincidido varios vuelos a la vez, y desde aquí se hace distribución a los diferentes destinos.
Tenemos que estar aquí 7 horas antes de embarcarnos, no se ya con que horario, pues luego en Madrid, tenemos que volver a retrasar el reloj.
Tuve el fallo de no echar en el bolso de mano " el jersecito". El aire acondicionado del aeropuerto, si que "acondiciona" y nos está dejando helados.
Aquí no se ven tantas mascarillas como en Delhi.
Se me olvidaba, en el control de pasajeros con el detector de metales, a los musulmanes, también les ponían el "aparatito", en la cabeza, encima del gorro o del turbante no fuera a ser que...
No sabía que hacer, si leer, pasear, tumbarme, sacar fotos, fisgonear en las tienda, o ponerme todos los perfumes en un brazo, ( Chanel 5 incluido), Hay tiempo en 7 horas para todo, pero ganas pocas. Aburrirse, aburrirse y aburrirse.
Resulta increíble, que aquí en Qatar en pleno desierto arábigo, en el aeropuerto, tengamos que "buscar" el sol, o que la mayoría de la gente, vaya con chaquetas, jerseys, forros polares e inclusive he visto a algunos con anorak. Y es que se pasan de "modernidad"y el A/C, si que acondiciona .Dentro del aeropuerto, hay una mezquita, con alfombras rojas y blancas. En la puerta de la mezquita, hay un cartel en árabe y en ingles, que creo que viene a decir ( según mi interpretación del árabe): "La Mezquita es un lugar de oración, no para dormir". Pues bien, todos los que estaban dentro, estaban durmiendo, rezando nadie.
Aunque por momentos parezca, que el tiempo no pasa, sí que pasa y de repente nos encontramos que esas larguísimas horas, habían finalizado y nos encontramos dentro del avión que debía de cubrir el último tramo: Doha, Madrid.
Estas últimas 7 horas de vuelo, fueron más llevaderas. El avión voló formidablemente bien, y ni baches ni turbulencias, como la seda.
El piloto y el copiloto eran españoles, y una de las azafatas, rumana y hablaba muy bien el español. Entablé conversación con ella y.., unas saladillas, con un vino blanco chileno, de aperitivo.
Luego en la comida cerveza y vino tinto, también chileno, y para terminar, café con "armagnac", que diría Txiki. .Por fin aprendí a manejar los auriculares esos que te dan y.., estuve escuchando a los Beatles y a los Rollings.
Luego, mientras llevaba el compás con los brazos, me amodorré y me quedé dormido.
A las siete y media de la tarde ( horario español), aterrizábamos en Barajas. Más de una hora pasó hasta que recogimos el equipaje.
Luís estaba "en las últimas", no tenía fuerzas ni para andar, por lo cual decidió quedarse en Madrid en un hotel y esperar acontecimientos para el día siguiente. Yo con él, claro.
Fuimos en taxi, hasta un hotel al lado de la estación de Atotxa y Luís enseguida cayó dormido en la cama, entre mares de sudor.
Yo aproveché la calidez de la noche, y que estaba en Madrid, para cenar en una " terracita ", callejera, en la calle del Prado, cerca del Ministerio de Agricultura.
También aquí resultaba interesante, ver la mezcolanza de razas y personajes que pululaban alrededor de mi mesita en la cervecería Luciano.
Me pudo mas la vista y la gula que la verdadera necesidad y .., pedí una ración de calamares a la romana y otra ración de champiñones asados, y adornados con virutas de jamón,.amén de dos cañas, claro. Total, 27 euros. Mientras le daba los billetes al camarero, me puse a calcular su valor en Rupias, y me salían unas 2000Rp indias. ¿ La de cevezas y de Chiken tanddory que me podía haber tomado y zampado en India por este precio!.
Pero, el camarero, al traerme la vuelta , me hizo despertar y.., darme cuenta que India, ya comenzaba a ser un recuerdo.
Este 15 de Agosto, me ocurrieron dos cosas ni importantes, ni anecdóticas, pero si fueron dos situaciones que las viví por primera vez en mi vida.
Una, muy sencilla, vine en el Altaria. No lo había hecho nunca, y fue en cuanto a la velocidad y el tiempo empleado en venir fantástico. 3 horas exactas, pero...el tren, solo me transportó de Madrid a Pamplona, no "viví" esas tres horas.
No había vendedores de té, ni manos que se alzaran desde las vías ofreciendo Mineral Water Cold, ni mujeres con intensos rojos, ni rosas pálidos, ni azules eléctricos o saris color azafrán.
El otro suceso, fue que por primera vez en mi vida de "viajero". En mis 30 años de viajes, era la primera vez que cuando llegaba al final de mi destino, en este caso la estación de tren de Pamplona, me venían a esperar.
Allí estaban; Enara, mostrándome el hueco que le había dejado la caída de un diente. Ekaitz, con su reloj de Ben, y su saltito a mis brazos y Maricruz, con su mejor sonrisa. Son mis hijos y mi mujer. Son mi familia.
Pamplona a 15 de Agosto de 2.009.
Agur. Daniel

lunes, 14 de diciembre de 2009

ADIOS RAJASTÁN, ULTIMOS DIAS EN DELHI


Siguiendo el consejo de mi amigo Javier Ilundaín , no va a ser esta la ultima crónica, porque no vale eso de decir ..., y cogí el avión y me fui para casa. Según él, el viaje hay que cerrarlo. lo acabaré desde Pamplona, con algunas "perlas", que tengo anotadas.
El día 10 de Agosto, era mi último día en Jaisalmer. Estuve más de dos horas en internet. Ya recordareis la crónica tan larga sobre esta ciudad. Llamé y hablé con Julián , un amigo salmantino que se casa. Después, volví a la rutina. Me fui a mi bar del dia anterior. Subí a la terraza y ya sin decir nada me trajeron mi cerveza fresca y el sastre me saludó y..., siguió cosiendo.
El niño que el día anterior me había cosido la bolsa, esta vez me cosió la sandalia. Es sordomudo y nos aclaramos a la perfección. Una maravilla, como con una aguja gorda y un hilo andaba buscándose la vida .El petacho que me cosió será su signo.
Jaisalmer, como ya os he comentado, es un pueblo precioso, pero hay dos cosas difíciles de soportar, el calor ( ya sabeís, agua, cerveza y A/C ), y las motos por las callejas.
A eso de las tres fuimos a descansar al hotel y nos dejaron una habitación gratis para tumbarnos o ducharnos. Después paradojas del destino, los dueños del hotel se ofrecieron y nos llevaron a Luís y a mi a la estación de tren , en... moto. Por segunda vez en este viaje iba de "paquete" en una moto .Antes de abandonar el desierto del Thar, y volver a la Gran Ciudad, cogí una piedrita del desierto, para llevársela a mi amigo JJ.
En la estación, esta vez, sin perdida de ningún tipo; ¡ no había mas que un tren, el que iba a Delhi !, y nuestros nombres ya estaban expuestos en una hoja pegada en el vagón. Segunda con Aire Acondicionado.
Una pareja de Sevilla y un indio, completaban nuestro compartimento.
Salimos a la hora exacta, a las 5 y cuarto de la tarde, y al principio, contemplábamos el paisaje desde nuestras ventanillas, con los cristales ahumados.
Por increíble que parezca, se ven bastantes gacelas, libres, corriendo por este desierto.
En la primera parada que hizo el tren, gente, y gente corriendo para subirse. Debía de haber una peregrinación, no se a que lugar de la zona. Unos cuantos se subieron arriba de los vagones, y ya puestos a estar arriba, caminaron por el techo hacia los vagones de primera, para luego poder contarlo.
El viaje fue monótono. Bueno, casi; el indio que compartía nuestro vagón, debió de pensar que la locomotora era silenciosa y que había que hacer el ruido de la máquina. Hasta las 5 de la mañana roncando.
A eso de las 12 del mediodía entrábamos en la estación de Old Delhi. Algo alejada del hotel.. Regateo y en un tuc-tuc, al hotel
La tarde transcurría monótonamente aburrida, cuando tuvimos un incidente por culpa de la mesa de un bar, con un indio. Yo le dije a Luís que con esa bronca nos íbamos. El indio respondió:! Que bronca, yo hablo así.! Hablaba perfectamente el castellano, y los tres compartimos mesa. Al final el nos invitó a la cerveza. Osea que cuidado con lo que se habla, que como decía mi madre: para que de una cosa no se enteren, no la hagas.
Luego fuimos al Metro, que es el orgullo de los indios de Delhi.y..., estaba estropeado por problemas técnicos. Por primera vez tuvimos que coger un ricsaw bicicleta. Luís, aunque habíamos acordado el pago en 30 rupias con el bicicletero, le dio 10 más.
Estos momentos son un poco tensos, pues durante el viaje no nos ha pasado nada y esperas que acabe así. Además el día 15, es el día de la independencia de la India. Nuestro barrio, esta totalmente engalanado y aun nos ha dado tiempo a ver el desfile de las carrozas y los "dioses".
En la tele están recordando lo del Hotel Taj Mahal de Bombay, y hay como un poco de temor estos días, a que haya algún atentado. Además en este barrio, fue donde los terroristas pusieron un coche bomba ocasionando bastantes muertos.
Bueno finalizo esta crónica apresuradamente porque van a cerrar Internet, y yo voy a prepararme para ir al aeropuerto. Agur. Namaste. Daniel

miércoles, 9 de diciembre de 2009

JAISALMER


¿Como describir la sensación que tienes cuando vas a tu ventana y contemplas Jaisalmer?
La ventana tiene un alfeizar interior muy grande, sobre la que se extiende una colchoneta forrada y unos almohadones, como de sultán. Te tumbas en ella o te reclinas en la almohada apoyando la espalda en la pared y contemplas como abajo en el pueblo, sobre las terrazas, la gente se va despertando y estirándose. Unos han dormido sobre charpoy y otros sobre simples telas.
Nosotros estamos en un haveli, dentro de la fortaleza. A nuestros pies se extiende el pueblo de Jaisalmer.
Los havelis, son casas en piedra que asemejan pequeños palacios. Eran los lugares de residencia de los ricos comerciantes que atravesaban el desierto del Thar, y se detenían aquí, punto estratégico en las rutas comerciales. Como están construidos con piedra caliza, muy fácil de cincelar, tanto las fachadas, como las terrazas, los balcones, ventanas, etc…, adquieren unas formas como los pueblos de Aladino y su lámpara maravillosa.
Muchos de estos havelis, han sido transformados en grandes o en pequeños hoteles, y nosotros nos podemos permitir el lujo de estar en uno de ellos, dentro de la fortaleza. .Nos cuesta como 5 euros a cada uno y tenemos aire acondicionado aunque, "acondiciona” poco..
El domingo 9 de Agosto, las mujeres iban paseando con unos saris muy llamativos. Ribetes dorados o plateados y multitud de abalorios, y también joyas en sus tobilleras, pulseras, en la nariz, collares y demás.
Por un momento pensé, como de pueblo que soy, que seria el sari de los domingos, pero me extrañaba un poco.
Luís me dijo que era un día de fiesta de las mujeres, que querían " agraciar " a sus maridos y que por ello iban así de elegantes y acompañadas en muchos casos de sus suegras, dirigiéndose a comprar dulces para disfrutarlos juntos. Un indio que hablaba español, me comentó que era simplemente una fiesta solo de mujeres, que se juntaban, paseaban y exhibían su ajuares . ( Hice varias fotos).
Por lo demás, la agradable rutina de siempre, desayunar en el Mónica, cenar en el Tréo, tomar te en los banquitos al lado de la fortaleza, siesta y lecturita.
Termine un libro indio fantástico: "El Dios de las pequeñas cosas" que aunque ambientado en Kerala, ( nada que ver con el Rajastán), ayuda a entender algo a este país.
Hoy lunes, ya la gente va vestida "normal ", excepto alguna con "resaca".
Corre aire, y aunque puede ser que la temperatura ronde los 40º, no se pasa excesiva calor .Ya se sabe: agua, cerveza y A/C .En Julio debieron de andar por los 45º.
Veo el desayuno: jugo de naranja natural, 4 tostadas, mantequilla, mermelada, miel y café negro. Hasta para la vista queda bonito. Son 90 rupias euro y medio al cambio. No se si me voy a acostumbrar a los precios de "allá" cuando vuelva.
Desde aquí, la terraza del Mónica, se ve muy bien toda la gente que camina en torno a la fortaleza. Los indios, las mujeres indias ya con sus saris normales y los "turis".
Entre estos, hay parejas mixtas ( o/a) pero la mayoría son mujeres. Viajan muchas solas, algunas en parejas y otra mini-mayoría en grupos de 3 ó 4. Bastante mas que "turistos".
Ah! Aquellos tiempos en los que ir con un hombre daba garantía de "seguridad".
Bueno, es lo que hay, y como va el mundo. En Navarra, ( he leido ), en las oposiciones consiguieron plaza una proporción de 5 a 1. Vamos siendo " RAROS".Imaginad esta proporción en mi escuela, 30 mujeres y 6 hombres. Bueno, siempre nos quedara el fútbol.
Se me olvidaba, Luís ha ido a pasar el día y la noche al desierto. Ya contará como le fue y como tiene el "culo" del camello.( el suyo, el de Luís, quiero decir).
He aprovechado la mañana; después de mi consabida hora de internet, he ido a una barbería. El tipo, tenia "diploma" de barbero y máquina eléctrica, con la cual me ha rebajado la barba, como en Pamplona. Un masaje facial estilo "california" ha sido la culminación de la sesión. Total, 1 euro y porque le he dado propina, que el solo me había pedido medio.
Luego he ido a ver si me arreglaban el elástico del traje de chándal, ( lo traje de casa para eso),. Pues también lo han hecho. Otro euro y en paz. Si hubiera próximo viaje, me traigo, zapatos para arreglar, pantalones para coger bajo y todo eso.
Nuestra sociedad, no arregla nada. Cuando algo se estropea, se tira y nuevo. Aquí se arregla todo, a algunos hasta la vida.
Esto lo escribo al "calor", nunca mejor dicho, pues estaremos por encima de los 40º, de una cerveza fría Kingfisher Strong. Lo hago desde el restaurante que contemplo de arriba - abajo, cuando miro desde mi ventana del hotel. Hoy quería hacerlo al revés, descubrir cual era mi ventana, observando de abajo-arriba, y lo he hecho .Trago va trago viene, yepa. Por vosotros amigos y lectores,.
El entorno es el ideal para leer Samarcanda, el libro de Amin Maalouf, que habla sobre el sabio, astrónomo ,poeta, persa Omar Jayyan, que canta a los placeres cotidianos: buen vino, bonitas mujeres, agradables jardines, buenas comidas, etc..Este es el momento y el marco adecuado, contemplando la fortaleza de Jaisalmer, una buena cerveza, sentado en una fresca terraza, y con el sonido de una máquina de coser manejada por un sastre.
A propósito. ¿ Por que en India, donde hay miles de sastrerías, todos son sastres varones?. La respuesta como diría Dylan, esta en el viento.
Dos moscas intentan aprovecharse de mi cerveza sin pagar. De un soplido las espanto. Estas en India, no las puedo matar. Igual son, como diría Xabier Yarnoz la reencarnación del dueño del bar. Siguen con vida, y yo leyendo y bebiendo.
La mosca insiste, entonces yo, termino el vaso y.. adiós mosca y adiós cerveza.
Siesta, y por la tarde he paseado por la muralla, por donde las almenas, que no pasea nadie. Sucias y descuidadas. No se puede dar la vuelta a toda la fortaleza paseando por aquí. Todo son cacas de vacas, de humanos, telas, plásticos, piedras mal amontonadas...
Cuando caminaba por allí, un señor estaba a punto de hacer sus necesidades, me vio, levanto el pantalón y se fue. ( Sin hacer).
Mas adelante, una viejita iba con una botella de agua en la mano. Yo ya sabía a que iba. Me miró sorprendida diciendo ¿ Tu, que haces paseando por nuestro espacio?.
A continuación salí de la muralla para pasar al pueblo interior y…, me angustié un poco porque entre las callejuelas no encontraba la plaza que conducía a la salida.
Salí, me fui a cenar. Por variar, fui a uno de los que ponía la guía. ¡Yo solo en el restaurante!. . Me disculpé y me fui al Trio. ( A donde siempre )
No varié, sopa, chiken tandori y cerveza ( entera para mi solo, marcando el ritmo de los tragos).
Allí estaban también, la pareja de italianos (os), la señora con los dos niños horribles que la noche anterior fastidiaban a los músicos, la pareja o-a, él con coleta y ella operada de la nariz, según Luís, que el día anterior cenaban con vino, y otros conocidos.
Oséa, me di cuenta que animal de costumbres somos muchos y que si he estado bien en un sitio, ¿ para que voy a cambiar? Por mucho que digan las guías tal o cuál Un té donde los bancos , donde siempre completaron mi ultima noche en Jaisalmer. Ah!, hoy toda la cama para mi.
No pude dormir por el calor, o por los tres cafés negros y un té que me tomé la noche anterior.
Hoy 11 de agosto, es el día que abandonaré Jaisalmer y comienza el regreso a "casa".
El dueño del hotel se ofrece para llevarnos a la estación del tren y también nos deja una habitación para descansar y ducharnos hasta que sea la hora.
Luís ha vuelto de su excursión en camello, y..., el culo dolorido. Intentaré acabar mis crónicas indias desde Delhi. El 15 estoy en casa. Agur. Namaste. Daniel

miércoles, 2 de diciembre de 2009

CRONICA DE NUESTRO ÚLTIMO VIAJE EN BUS JODHPUR--- JAISSALMER


Comenzamos nuestro viaje en bus a las 10 de la mañana. El bus ,después de mirar en muchas agencias, es igual de malo que el que nos trajo hasta Jodhpur.
La gente "trepa" por la escalera a sus "palomeras". El pasillo también se llena, ocupando mi "espacio vital", que es la amplia observación de todo. El aire acondicionado, son las ventanillas abiertas. En el asiento de adelante, van dos indias con sus hijos, y en la cabina, con el conductor, unas diez personas, la mayoría mujeres, multicolores.
Primera parada a las 11horas, 20 minutos .Se bajan los 20 que estaban en el pasillo y son sustituidos por otros tantos .Las manos se alzan , desde la calle al lado del autobús, ofreciendo agua mineral, y fruta. La gente compra. Al autobús ha subido uno ofreciendo "aiscrem", enseguida por mi dominio del idioma he entendido que era helado y he comprado uno.
El pasillo, vuelve a quedar lleno de gente, bolsos que entorpedecen el paso, alguna madre con su hijo en brazos.., son los que no tienen billetes y hacen trayectos cortos.
Siguen subiendo más, y más, donde pensabas que ya no cabían más. El paisaje es arena con una especie de árboles parecidos a las acacias. El cielo está de un color ceniza, lo que hace que el viaje no resulte muy caluroso.
Nueva parada, gran parte del "pasillo" abajo. La mujer del sari rojo intenso, con hena en las manos y 7 pulseras en cada brazo, pasa a la situación de "pasillo", ( será porque tiene que bajar pronto). Esta embarazada, y un frenazo del autobús, le hace balancearse hacia adelante, sin caerse ( era imposible). Baja ahora, y su lugar es ocupado por una señora mayor con sari amarillo limón que iba en la cabina del conductor. Así va sucediendo constantemente, casi parece una película de Boliwood por el colorido.
En la cabina ahora solo van 8 y el chófer. Los de las "palomeras" y los que tenemos asientos, seguimos fijos, sin movernos hasta el final del viaje. La población flotante son los de la cabina y los del pasillo.
Por las ventanillas, se ven gran cantidad de rebaños de cabras, cuidadas por niños-pastores, entre carreras y juegos . A lo lejos vemos que se acerca un jinete.., a camello. No pudimos tirarle la foto.
Los saris del "pasillo", van cambiando de color, unos suben y otros bajan. Asi fue sucediendo a lo largo del viaje, hasta que después de algo más de cinco horas de viaje, llegamos a nuestra última ciudad de destino. Jaissalmer, "la joya del desierto"
Agur. Daniel