domingo, 20 de julio de 2014

Medellín-Cali-Popayán

Hemos venido a Medellín. Zarra y Gema, con un motocarro bajaron todas las mochilas a la terminal de buses ( Yo bajé andando). Para cuando llegué mis amigos ya habían decidido esperar al autobús, pués el conductor de un busito, se puso borde y quería llevarnos a toda costa a Medellín. El caso es que nos salió muy bien, pues el autobús de línea vino a los cinco minutos de largarse el busito.
Yo me senté adelante junto al chófer y así fuimos comentando el paisaje, que en su primera parte es precioso con una gran cantidad de árboles frutales. Luego se atraviesa un túnel de 4.600m y al salir ya estas bajando hacia Medellín .En  poco mas de una hora nos encontrábamos ya en la estación del Norte. Como íbamos a ir hacia Cali, tuvimos que ir a la estación del Sur, donde dejamos las mochilas para recogerlas a la noche, pues el viaje iba a ser nocturno.
Lo de los números todavían nos dan vueltas en la cabeza. He sacado 300.000 PC creyéndome el amo del mundo y total que son unos 120 euros.En bus al parque Botero, que es de lo mas emblemático de la ciudad. Mientras mis amigos entraban al museo, yo me quedé pululando por la plaza, pues además de las gigantescas estatuas creadas por el genial Botero, hay un mundo de picaresca, travestís, pajaritas, gente pobre, turistas ricos,... en fin una fauna de la que me gusta contemplar.
Para seguir siendo tradicionales, hemos ido a comer al restaurante Tahico en la plaza Yeras, como  hace dos años.
Nos hemos puesto morados de ...., beber. Como los cócteles eran3 X 1 ( pagar uno y tomar tres), han caido caipiniña y mojitos en cantidad.
Al lado había una chica peruana, Úrsula, que no sabía lo de la oferta y..., le hemos tenido que ayudar con los mojitos En el local de al lado había la presentación de un champan y..., como en las películas, venían unos coches impresionantes con unas bellezas de telenovelas , siendo recibidas por el gorila del restaurante muy ceremoniosamente. Yo aproveché la ocasión para hacer unas cuantas fotos desde mi atalaya, hasta que..., el gorila , se dio cuenta y me prohibió. Así vi un poco la Colombia de las bellezas. Acabado este espectáculo ( no nos dejaron entrar al restaurante), agarramos un taxi y nos fuimos a la terminal de buses.
Casualidad había baile de Porro y toda la estación estaba llena de gente que... bailaba.¡ Qué bien bailaban! Jóvenes, viejos, maduros,... todo el mundo. Esta demostración popular de goce y alegría de vivir, me hacía estar contento y envidioso, pues los que somos "tuercezapatos", admiramos a los que bailan bien. Hice varias fotos y hablé con algunas de las parejas, dentro de un clima de alegría sana.Después coger los equipajes y..., al bus hasta Cali.
La llegada a Cali fue horrible. Después de lo a gusto que habíamos estado en Medellín, llegamos demadejados y sin dormir por la maldita costumbre de poner el aire frío en los autobuses nocturnos. Además era domingo y todo estaba cerrado.
Fuimos a donde nos habían recomendado, al Barrio de San Antonio, pero los albergues y los hósteles  o estaban ocupados o eran un tanto chapuzas. Total que vimos un hotel de ensueño, El Hotel Boutique San Antonio y..., después de ver esto ya no queríamos ir a un albergue. El regateo fue intenso y al final conseguimos las habitaciones a 30 euros con un buen desayuno incluido. Después del viaje en bus, pensamos que nos merecíamos un buen descanso y nos quedamos en este hotel . Como era domingo y no había nada que hacer, pues aprovechamos el hotel para estar tumbados, hacer zapping y lectura.
Casualmente ese día era la final del Campeonato Mundial de Salsa, que se celebraba en la Plaza de toros de Cali.Allí que fuimos y estuvimos como una hora y media, porque aunque estaba muy bien, nos había gustado mas la participación popular en el baile del Porro en Medellín. De vuelta al barrio, fuimos a una cafetería- cervecería de nombre mítico; Macondo. El nombre era mítico, pero el precio de las cervezas tambien, a 9.000 pesos cada una. Nos fuimos y en una tienda de ultramarinos ( bueno aquí no sería de ultramarinos ), nos tomamos cuatro cada uno por el precio de una de Macondo.
El lunes 28 de julio, ya la ciudad se veía diferente con todo abierto y un gran ambiente alrededor de la Plaza Caicedo. Pateamos y pateamos la calle, hasta el mediodía que es cuando sube la temperatura y nos refugiamos en nuestro "hotelazo". Luego por la tarde hicimos una visita guiada con un chico que se ofrecía a enseñarnos gratuitamente y por amor a Cali un trozo de su ciudad. Total que recorrimos lo que ya habíamos recorrido por nuestra cuenta a la mañana, pero bueno, ahora con explicación.
Cali, viene a ser como una ciudad de paso, pero poco a poco te atrapa y eso que no fuimos al barrio donde los cirujanos plásticos, hacen maravillas. Otra vez será, mañana para Popayán.

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