lunes, 19 de septiembre de 2011

Iquitos









El otro día se me olvidó hacer algún comentario sobre la gente curiosa del barco. En tres días se puede conocer a bastante gente, pero como íbamos en camarote, nuestras relaciones con los "nativos" fueron mas bien escasas.
Mencionaré al capitán como "tipo" singular. Andaba con bermudas y camisas a cuadros, sentado en un sillón de esos de plástico de las terrazas de los bares, junto al piloto, manejando un poco todo.
Tenía un hablar suave y fue muy agradable con nosotros. Nos permitía subir al tercer piso sin ningún impedimento y ver como era el manejo del barco, así como contemplar los amaneceres y atardeceres desde esa altura. Pero, cuando llegamos a Iquitos, "nuestro " capitán se transformó. Se puso un uniforme marrón claro, con galones y una gorra militar, que le daba un aspecto singular. Hizo la entrega de los papeles del barco, con un porte y gallardía que nos sorprendió a los que le habíamos tratado durante la travesía. Existían también los cocineros, que nos traían los platos al camarote, con unos guantes de plástico y un meneito que delataba sus "plumas". Después también se montó "El Padre Jony", así le llamábamos nosotros a uno de esos americanos jefe o gurú de esos grupos evangélicos, que con sonrisa ficticia y una guitarra reunía en su entorno a un grupo de "discípulos" para hacer terapia de grupo y hablar de las cosas positivas del viaje. Para ello nos quitaban el sitio de nuestras hamacas y se establecían ellos, hablando de uno en uno cada miembro del grupo como si fueran las confesiones de alcohólicos anónimos que he visto en tantas películas. También estaba el barrendero de nuestro piso. Yo creo que le faltaba un "algo", pero era un tipo muy majo y "currela". Para él fueron mi tapes, mis cubiertos y la botella de tres litros de agua (llena). Nunca hice mejor inversión, me costó todo 10 soles y sin utilizar nada, los "traspasé".
A Iquitos llegamos a eso de las tres de la tade del día 14 y, al estar completo "La Casona", nos vinimos a "La Posada del Cauchero". Un muy buen establecimiento, con unas fotos gigantescas de la época de esplendor y decadencia del caucho. Había fotos del amigo Roger Casament, de Julio C. Arana, de Fermín Fitzcarraldo, y de los campamentos de los caucheros, así como escenas de la vida de "esplendor" en Iquitos por aquellos años.
Después de tanto arroz, comí ceviche y Pisco Sawer, pero, sería la falta de costumbre o algo así porque el caso es que me fui a casa con un dolor de cabeza bastante grande. Siguiendo el consejo de mi amigo Antonio Asiain, un omeoprazol, dos ibuprofenos, y a la mañana siguiente nuevo. Siempre me había mosqueado a mí porque los médicos después de una tarde-noche mágica, al día siguiente tenían buen cuerpo. La solución va por lo que os cuento.
Iquitos ha crecido mucho desde la última vez que lo vi. Una pena el deterioro de los casones azulejados en el paseo Tarapacá. Barrio curioso de Iquitos es el palafítico barrio de Belem.
Belén es un gran mercado, pero cuando iba a ver las casas "palafíticas", un señor desde la ventana me dijo: " te van a robar". Proseguí mi marcha y un segundo me aconsejó: " ten cuidado amiguito". Seguí unos veinte metros mas, pero cuando ya el tercero me dijo "cuidado con la máquina de fotos", di media vuelta y volví sobre mis pasos, totalmente entero. En este barrio, al atardecer, la prostitución se ejerce en las barquitas que se mecen sobre el río. No tengo ni idea como se hacen los trámites y ni si la posición es cómoda. Creo que la "prestación", económicamente es barata.
No hubo nada de especial estos días, bueno algo sí. Estaba comiendo en un restaurante con Zarra y Gema, cuando la camarera se me acercó y me dijo: ¿Es usted de Sangüesa?. Me quedé a cuadros y es que la casualidad de las casualidades era que allí estaba también comiendo, Mila Ojer, la chica de Sangüesa que vive en Iquitos. Charlamos un rato y nada más, cada uno a lo suyo.
En el barrio de Belen no me atreví a comprar "ayahuasca", y eso que lo vendían como en paquetes de cigarrillos. Compré sin embargo un ungüento para la lumbalgia que arrastraba desde Tarapoto.
También busqué la canción de Ojos Azules entre todos los vendedores "piratas" que había por aquí, pero pese a que todos la tatareaban, ninguno la tenía. Quise comprar un "polo " de Iquitos para mi hijo y... tú entras a un sitio cutre, preguntas por el precio de la prenda y es más caro que en La Plaza de Armas. Esto ya lo había observado en otros viajes. No te fíes de las apariencias.
Los días transcurrieron entre ver las etapas pirenaicas del tour de Francia desde la cama a eso de las 8 de la mañana (que gozada) y los partidos de la Copa America por la tarde. Por cietro hoy ganó Uruguay a Argentina. Mi amigo Pereyra estará de celebraciones.
Mañana, domingo día 17, (siempre procuramos viajar en domingo por lo de la "depre" de los domingos en las ciudades), nos vamos en una lancha deslizadora rápida hasta Santa Rosa, en Perú, y de allí pasar el río en otra lanchita, y presentarnos en Leticia, ya en Colombia. Ciudad de recuerdos agridulces para mí, pués su gran vitalidad y alegría contrastó con la angustia que me supuso que en el año 1986 me metieran en la cárcel por no llevar el pasaporte y me tuviera que sacar un cura. Esperemos que no se repita semejante acción y todo transcurra con normalidad.

En el viaje se pasa por San Pablo, un pueblo en donde estan los leprosos sin recursos de varios países y administrado por unas monjas canadienses. En este lugar trabajó desinteresadamente Ernesto Guevara de la Serna, mas conocido como el "Che", cuando hizo el viaje por sudamérica en compañía de Granados y que lo marcaría para siempre. El discurso que pronuncia el dia de sus cumpleaños ante todos los sanitarios de la leprosería es sencillamente "genial". Lo podeís ver en la fantástica película " Diarios de Motocicleta".
Como para estas "cosas" soy muy sentimental, me gustaría poder ver este lugar y hacer algunas fotos. Si lo consigo, ya os las enseñaré.
Bueno, por hoy ya es bastante, que mañana tenemos que estar en el puerto de embarque a las cinco y media de la madrugada. Agur. Daniel

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