lunes, 19 de septiembre de 2011

Belem do Pará
























Llevamos una semana anclados aquí. Han sido las circunstancias. A toro pasado todo es fácil de decir, y ahora podemos decir, que bajamos el Amazonas un poco rápido, que hubíéramos habernos detenido unos días en Santaren y alrededores, o quizás haber estado algo más en Leticia. Pero..., recordando a mi amigo Juan, no puedo depender de un barco o de un avión, cuando tenga alguna circustancia especial que me haga desplazarme. Nosotros la vuelta la tenemos desde Cayenne, en la Guayana Francesa, y la única forma de entrar allí desde Belem, es o en barco hasta Macapá y luego autobús ( es lo que vamos a hacer ), o avión desde Belem que es muy caro y lo desechamos. Por eso llegamos algo pronto, para estar tranquilos.De todas formas, en un viaje para conocer algo, hay que estar unos cuantos días en el mismo sitio, sino pasas como los galácticos. Nosotros hemos conocido Belem y al final nos hemos encariñado con esta ciudad.
Fundada en 1616, por los portugueses, es una ciudad clave en el desarrollo de Brasil y la pérdida colonial española. Por el tratado de Tordesillas, casi toda la Amazonia correspondía a la Corona española, entonces, ¿porque pertenece a Portugal?, pregunto yo. La clave como digo está en esta ciudad .Los portugueses construyen aquí el Fuerte do Castelo, llamado ahora Forte do Presépio y empiezan a navegar Amazonas arriba, conquistando y colonizando tribus con el beneplácito o el dejar hacer de España. Llegan hasta mas arriba del Rìo Negro y fundan Manaos, y siguen y siguen...Cuando España quiere reaccionar, ya es tarde los portugueses habían colonizado hasta Iquitos y a lo hecho pecho, osea, lo que era de "hecho" portugués, que sea de "derecho", se firmó un nuevo tratado el de Madrid, y toda la Amazonía para Portugal. Así fue la historia por eso esta ciudad era en parte atractiva de conocer. Yo como buen turista, el día de la tercera feira osea el martes, fui a visitar este fuerte, inicio de toda esta conquista. Era martes y ese día las visitas eran gratuitas. Aprovechando también visité la Catedral y una corbeta militar atracada donde el fuerte con siete guardamarinas, cuya misión debía de ser estar inmaculadamente limpios y enseñar la corbeta a los visitantes.( La visité porque era gratis, claro).
Sin embargo los alrededores del fuerte estaban asquerosos. En las calles se amontonaban las basuras y los malos olores. Los edificios un tanto desconchados eran altos, como almacenes. Me recordaban a los que una vez ví en Cochin (India). También estaban los railes de los tranvías. No hay que olvidar que con el boom del caucho, Belen floreció enormemente a finales del XIX y principios del XX. Aún quedan grandes almacenes reconvertidos y una gran cantidad de muelles de carga y descarga de barcos. Por estos andurriales me desenvolvía yo.
Nada mas bajar del fuerte se encuentra el mercado Ver- O- Peso, cuya estructura de hierro se construyó a principios del siglo XX en Inglaterra y se trasladó por piezas hasta Belem. Ahora es el símbolo de la ciudad. Pero no solo es la estructura de hierro, es todo lo que hay afuera. A eso de las 6 de la mañana hay una actividad increíble,con todos los peces de río que puedas imaginar. Algunos son casi como tiburones, pero aparte está también el de las frutas que le da un sabor dulzón al lugar. Luego están los barcos barados entre la suciedad del río y los zopilotes o urubúes. También está la gente que va por libre, que lo mismo venden calzoncillos, que películas, o tiritas. Otros estaban jugándose la pasta a los dados sobre una mesa con los escudos de los equipos brasileños de fútbol. Esta actividad frenética, dura toda la mañana, hasta las 2 de la tarde mas o menos. Yo me levanté a las 5 y media e hice mi recorrido y mis fotos para los amigos. Ahora el producto estrella de esta zona es el AÇAI, con lieson en la C. Son como endrinas o arañones, aunque algo mas gordos que se recolecta en esta provincia de Pará, y que se vende todas las mañanas en este mercado.Se hace una especie de jugo color granate que debe de tener mucho hierro, potasio y no se cuantas cosas mas. De sabor no es muy bueno, pero por si acaso me bebí un vaso. Por aquí transcurrían mis horas viendo la actividad del mercado, echando unas cervezas en los puestos y una noche, con Ricardo el de Zaragoza, cenando pescado al lado del mercado, debajo del fuerte mientras desde un barco descargaban cerdos salvajes, con una técnica y una maña digna de asombro.
El otro lugar por donde me he perdido es en la Estacao Das Docas. Unos antiguos almacenes donde el puerto, reconvertidos en restaurantes, tiendas de ropa y todo eso. Dicen que es para "pijos", pero allí que íbamos todas las tardes a echar nuestras cervezas y también a cenar a peso. Los restaurantes están en el interior y en el exterior de estos "almacenes", y por dentro hay unas enormes grúas como las de Laminaciones de Lesaka cuando transportan los rodillos de hierro, que lo que llevan por el aire es una plataforma, donde va una orquesta, bueno en este caso un cantante y el del teclado, y se va desplazando por todo el local, amenizándonos con su música.
Aquí paseé y metí muchas horas porque venía a ver los atardeceres, las puestas de sol sobre este río- mar que es el Amazonas.
El otro lugar al que venía era a la plaza de la República, donde se encuentra el Teatro de la Paz, anterior al de Manos , y donde esta el Hotel Hilton que es desde donde estoy haciendo esta crónica.
Por cierto el miércoles cuando vine a ver internet, estaban en el holl del hotel las aspirantes a Miss Pará, me dio un poco de corte pedirles que se hicieran una foto conmigo, pero perdí una buena oportunidad de presumir.
Bueno este teatro no me ha impresionado como el de Manaos y además no he podido verlo por dentro porque estaba en reformas. Los de Manaos lo hicieron por envidia a los de Belem, pero lo superaron.
Hoy último día de estancia aquí, hemos ido a la isla de Marajó. Nada que ver con lo anterior. El Amazonas, forma olas, playas de arena blanca y la población parece antillana. Las casas son pequeñas y me recordaba el paisaje al de Ganga Sagar en la desembocadura del Ganges. Como era San Andrés, Zarra nos ha invitado a unas caipirinhas, que han caido bien. Mañana nos vamos de Belem ,con buen recuerdo, pero también con la imagen de todos los de "los cartones", que duermen en la callle que son muchos y de las "locas " que deambulan por el mercado riñiendo con todo el mundo y vistiendo cuatro harapos mal puestos.
También descubrí un sitio formidable para comer, se llama La Divina Comida, esto lo digo para los que piensen venir por aquí, está muy cerca del Teatro y yo comí aquí los cinco días que estuve.
Voy a terminar esto diciendo que el viaje entra en su etapa final y mañana otra vez barco para ir a Macapá, al otro lado de la isla Marajó ( la mayor del mundo de aluvión)
Allí se encuentra el Ecuador y hay un campo de fútbol en el que una portería está en el hemisferio norte y otra en el sur. Ardo en deseos de pegar un balonazo y mandarlo hasta el Hemisferio Sur, pero de verdad. Agur. Daniel

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