El viernes 8 de Agosto; fue nuestro ultimo día en Brasil. Como ya dije; la mañana, la pasé viendo la linea equinocial y todos sus alrededores.Dejamos las mochilas en una habitacóon del hotel y a eso de las 5 y media fuimos a por ellas. Un taxi y al rodoviario ( estación); El taxímetro marcaba 17 Reales; pero el taxista se quiso pasar de listo y no nos devolvía el cambio. Conclusión que nos devolvió y se quedó sin los tres reales de la propina que le pensábamos dar.
Antes de venir nos habían metido miedo con el autobús nocturno que va hasta Oiapoque, que si asaltaban el autobús, que si no ir de noche, etc...La realidad es que fue un viaje de lo mas tranquilo.Salimos a las 7 de la tarde y para las 6 de la mañana del martes día 9 estábamos en el pueblo de Oiapoque.
La carretera estaba asfaltada en todo su primer tramo, que serian mas de 100 Km, y tambien en su tramo final. Hicimos una primera parada a eso de las 10 de la noche y cené una especie de pinchos morunos hechos al momento, que estaban divinos. Si a eso le acompañamos de una cerveza y un café, ni te cuento.
El caso es que a las 6 de lq mañana estábamos en el terminal de bus de Oiapoque. Un taxi y hasta el embarcadero; pero antes teníamos que sellar los pasaportes. Nosotros tenemos que adivinar donde está la Policía. Una vez encontrado el local, resulta que no abren hasta las 8. Bueno otra vez a esperar, porque como dijo Leguineche: en las fronteras, sonrisa y a callar.
Una vez sellados, al embarcadero, donde una barquita, tras 20 minutos de travesía, nos lleva hasta el otro lado del río.
Nos encontramos ya en Saint Georges, y ya ondea la bandera francesa. No tenemos ni que presentar los pasaportes, es como si pasáramos a Hendaya. Nos sentimos bien, y aquí se ve otra"cosa".Desde aquí aún tenemos casi 200 Km hasta la capital; que hacemos en dos horas y media en una "buseta"
Llegamos a Cayenne, encontramos hotel, y el sueño hecho realidad, Cayenne me atrae y se me representa tal y como la había imaginado.
Transcribo ahora lo que escribí a eso de las siete de la tarde sentado en una terraza.
Estoy ahora, en la zona privilegiada de Les Palmistas, en el centro de Cayenne. Acabo de tomar una cerveza especial, que me ha costado 7 euros, pero como me han traído cacahuetes, y me han producido sed, he tenido que apaciguarla con una Heineker normal de 3 euros.! Pero que bien se esta aquí!, rodeado de casas coloniales de madera y de todos los colores, aunque predomine el amarillo en sus diversas tonalidades.Con esa arquitectura francesa inconfundible de casas de dos piso con buhardilla arriba.
Esto me recuerda a cuando Steve Mac Quin, en su papel de Papillon, llegaba a Saint Laurent, y en los balcones de las casas coloniales, le observaban las "señoras".Así me sentía yo, acodado en la barandilla de mi bar, observando al personal .Atiende las mesas una "negrita" culona y con "meneo" que ademas claro esta, habla francés, vaya como en las películas.
Luego hemos ido a contratar un coche para hacer en tres días por nuestra cuenta el recorrido turístico de Papillon, osea, Saint Laurant, las islas de la Salvación o de la Salud, etc. Ya os contaré, pero de verdad que aquí se esta muy bien, y la ciudad no decepciona, aunque es cara. Cuando acabe la vuelta por estos lugares os cuento. Daniel
Antes de venir nos habían metido miedo con el autobús nocturno que va hasta Oiapoque, que si asaltaban el autobús, que si no ir de noche, etc...La realidad es que fue un viaje de lo mas tranquilo.Salimos a las 7 de la tarde y para las 6 de la mañana del martes día 9 estábamos en el pueblo de Oiapoque.
La carretera estaba asfaltada en todo su primer tramo, que serian mas de 100 Km, y tambien en su tramo final. Hicimos una primera parada a eso de las 10 de la noche y cené una especie de pinchos morunos hechos al momento, que estaban divinos. Si a eso le acompañamos de una cerveza y un café, ni te cuento.
El caso es que a las 6 de lq mañana estábamos en el terminal de bus de Oiapoque. Un taxi y hasta el embarcadero; pero antes teníamos que sellar los pasaportes. Nosotros tenemos que adivinar donde está la Policía. Una vez encontrado el local, resulta que no abren hasta las 8. Bueno otra vez a esperar, porque como dijo Leguineche: en las fronteras, sonrisa y a callar.
Una vez sellados, al embarcadero, donde una barquita, tras 20 minutos de travesía, nos lleva hasta el otro lado del río.
Nos encontramos ya en Saint Georges, y ya ondea la bandera francesa. No tenemos ni que presentar los pasaportes, es como si pasáramos a Hendaya. Nos sentimos bien, y aquí se ve otra"cosa".Desde aquí aún tenemos casi 200 Km hasta la capital; que hacemos en dos horas y media en una "buseta"
Llegamos a Cayenne, encontramos hotel, y el sueño hecho realidad, Cayenne me atrae y se me representa tal y como la había imaginado.
Transcribo ahora lo que escribí a eso de las siete de la tarde sentado en una terraza.
Estoy ahora, en la zona privilegiada de Les Palmistas, en el centro de Cayenne. Acabo de tomar una cerveza especial, que me ha costado 7 euros, pero como me han traído cacahuetes, y me han producido sed, he tenido que apaciguarla con una Heineker normal de 3 euros.! Pero que bien se esta aquí!, rodeado de casas coloniales de madera y de todos los colores, aunque predomine el amarillo en sus diversas tonalidades.Con esa arquitectura francesa inconfundible de casas de dos piso con buhardilla arriba.
Esto me recuerda a cuando Steve Mac Quin, en su papel de Papillon, llegaba a Saint Laurent, y en los balcones de las casas coloniales, le observaban las "señoras".Así me sentía yo, acodado en la barandilla de mi bar, observando al personal .Atiende las mesas una "negrita" culona y con "meneo" que ademas claro esta, habla francés, vaya como en las películas.
Luego hemos ido a contratar un coche para hacer en tres días por nuestra cuenta el recorrido turístico de Papillon, osea, Saint Laurant, las islas de la Salvación o de la Salud, etc. Ya os contaré, pero de verdad que aquí se esta muy bien, y la ciudad no decepciona, aunque es cara. Cuando acabe la vuelta por estos lugares os cuento. Daniel
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