lunes, 19 de septiembre de 2011

De Vuelta a Casa
















Hoy 15 de septiembre, se cumple un mes desde que llegué a mi casa de Pamplona. Aunque dije que iba a cerrar las crónicas de este viaje de mes y medio por la Amazonia , la verdad es que una vez aquí, me falta motivación, me entra pereza, y me sumerjo ya en la vorágine del día a día; casa, hijos, clases, reuniones, enfados,...De todas formas, concluiré este "viaje" hoy y luego entre Septiembre y Octubre, lo subiré al blog.
El día 14 de agosto, era domingo y como tal, todo o casi todo estaba cerrado en Cayenne Me dio pena porque quería despedirme de mi restaurante Le Cafette, comiendo unos mejillones al vapor , a los cuales ya le había "echado" el ojo, unos días antes.
Total que el sábado, hubo desfile de modelos en la calle General Degaulle y partían o salían precisamente de "mi" restaurante, donde habían preparado un "palco"para invitados y unos vestuarios para los/as modelos. Al día siguiente domingo, estaba cerrado, como casi todos los restaurantes en este país, por lo que me quedé con las ganas de los mejillones al vapor. El refranero español, es muy clar: " no dejes para mañana, lo que puedas hacer hoy". Me los tenía que haber zampado el viernes cuando los vi. Estos aspectos culinarios, que forman parte de un viaje , para mi son importantes pues facilitan y animan a la relación con el personal ( si siempre vas al mismo restaurante), y por otra parte, vives la cultura de la "cocina" de cada país, algo que me encanta.
Aquí debo de decir que la cocina peruana se lleva la palma. La brasileña es un tanto decepcionante. El otro día viendo un programa en le TV, creo que era españoles en el mundo, centrado en Sao Paulo, le preguntaron a un español a ver cual era el mejor plato de la cocina brasileña y respondió que..., la Caipiriña.Yo hubiera respondido lo mismo, y si la misma pregunta me la hicieran de la peruana, la respuesta la tengo clarísima: el ceviche normal y el pisco sawer.Ya tengo mono de pisco sawer y eso que en casa tengo dos botellas de pisco y una bolsa de concentrado que compré en el supermercado La Esperanza en Tarapoto, para elaborar el pisco sawer.
Ese domingo 14 , como ya he dicho, había pocas tiendas abiertas, pero en alguna de ellas aún aproveché los últimos euros para comprar los últimos "trapitos" para la familia.
Los pasos me llevaron hasta la plaza Les Palmistes y allí estaban Zarra y Gema, disfrutando del lugar ( es precioso) y degustando unas cervezas. Compartí con ellos unas cuantas rondas y nos sentimos agusto, relajados y habladores. Fue un buen momento. Luego a eso de las dos de la tarde, cogimos dos taxis ( no nos dejaron montarnos a los cinco en uno) y al aeropuerto. Antes Juanjo y Sara compraron pan y chorizo para comer en la espera aeroportuaria.
El aeropuerto era pequeño y coqueto. La mochila la tuve que poner en en otra cinta transportadora diferente a la principal. La explicación que me dieron fue que era por la forma de la mochila y las correas que sobresalían y se podían enganchar y atascar la circulación de equipajes.
Antes de pasar al avión, cuando entraba en la sala de embarque, tuve la oportunidad de cambiar de asiento, en el ordenador que había a la entado, por haber comprado el billete por internet y tener un código de referencia. Bendita informática, que no domino.Elegí asiento de pasillo en fila de dos claro está, así no molestas cuando la próstata te hace levantar y además puedes obsevarel trajín de las azafatsas con los carros de comida y de paso pedirles alguna botellita de vino, como así sucedió.
El vuelo fue placentero, la comida buena y el Burdeos, mejor. En 7 horas y media nos plantamos en París. Felizmente, yo no tenía que cambiar de aeropuerto, no así mis amigos que volaban hacia Bilbao.
A las 12 del mediodia salía mi avión hacia Madrid. Era de la compañía Air Europa.
¡Increible!, no nos dieron ni agua en todo el trayecto. Sacaron un cartelito con la comida que podíamos pedir ( croquetas, ensaladas, y cuatro tonterías mas ), pero: ¿PAGANDO! Lo que mas rabia me dio fue que en último trámite para este embarque, no me dejaron pasar la pequeña botellita de tinto que traía del vuelo anterior.
Llegar a Madrid y aunque algo tarde, salió mi mochila. Por cierto, no acaba aún de creerme el que aparezca siempre, aunque haya tenido varios transbordos como me pasó en el viaje de ida.
El caso es que llegué a las 2 del mediodia a la capital y comenzó una carrera por llegar al bus que me llevara a PamplonaTras varios episodios desagradables, logre llegar a eso de las 10 de la noche a la capital navarra. Me había costado mas tiempo, el trayecto Madrid-Pamplona, que cruzar todo el Atlántico desde Cayenne hasta París.. Durante este mes que llevo aquí, he estado escuchando tanto en Pamplona como en Sangüesa los comentarios sobre "las crónicas". La verdad es que estoy encantado tanto por los halagos, como por comprobar la cantidad de gente que se los había leido.
Javier Agorreta de Viajes Sarasate, se los archivó para tener información para posibles clientes, lo mismo que Isabel e viajes Marfil.
A Babi en cambio, le dio por seguir en Google, la ruta de Orellana y compararla con la mía. Le asombraba la filosofía que adaptaba yo ante la perspectiva de pasar 5 días en barco sin nada que hacer y pensar: ya llegaremos...
El episodio de las cucarachas voladoras gigantes,también fue muy comentado, así como mi encuentro con Jesús López de Dicastillo en Puerto Bermúdez ( Perú).
Una pena fue que a alguno de nosotros se nos "hundió"el mito Papillón, pero si él no fue el que se fugo de la Isla del Diablo, algún otro preso lo hizo y..., el penal allí está, en Saint Laurant, así como "La Devoradora de Hombres " en el presidio del Royal.
En fín, acabé un viaje que como dije al principio había soñado con hacerlo. Como dice Vazquez Figueroa, el mundo estaba ahí, y..., YO LO VI.
Hasta otra. Para finales de Octubre confío en tener todo esto en el blog, con fotos ilustrativas y corregida la ortografía.Agur. Daniel.

1 comentario:

Josefa María Setién Aramburu dijo...

Hola Daniel : He leído de una "tirada" tu blog, referido al viaje a la Amazonía.
Bien narrado y bien ilustrado.Me ha interesado y divertido.
!Enhorabuena!.
Josefa María Setién
(Madre de Gemma)