lunes, 19 de septiembre de 2011

De Puerto Bermúdez a Tarapoto









El Día 6 de Julio, abandonamos el albergue Humbolt. Con pena nos despidió Jesús. Es curiosa la historia de estos personajes como García Barón, o el mismo Jesús a los que he conocido en mis viajes. Gente “especial” que optó es su momento por otro tipo de vida diferente al nuestro. Aunque lo eligieron tienen sus contradicciones, y Jesús se lo pasó muy bien recordando en nuestras charlas todo lo que acontece en nuestra Navarra, o en nuestro mundo.
Curiosamente la camioneta llegó a su hora a eso de las siete y media. Era un cuatro por cuatro con "piso" atrás para llevar carga. Nosotros cinco nos montamos en la cabina, 2 adelante con el chófer y otros tres en los asientos traseros. Iba Yo un poco incómodo, pues o me pegaba con el chófer o con la palanca de cambios. En la primera de las múltiples paradas que hicimos decidí cambiarme a la parte de atrás y así pude ver la selva en primera línea. Solamente vi un mono subido en un árbol, pero vi como era el árbol del aguacate con frutos, El chófer cargó unos bidones de plástico vacíos en un pueblo y yo me sentaba en ellos, o iba de pie contemplando el panorama. Cuando ya faltaba poco para llegar a Repartidor, o Humbolt, o el 86, de las tres maneras se le conoce a este pueblucho que está en el cruce con la carretera de Tingo María a Pucalpa ( a 86 Km exactamente), se subieron unos bachilleres que tambin iban hasta Repartidor y uno de ellos, antes sentarse en los bidones de plástico, me pregunto: ¿ hay contenido?. Bonita expresión pára saber si los bidones están llenos o vacíos.
Desde aquí, cambio a un coche normalito y hasta Tingo María. Ahora yo iba adelante con el chófer y los otros cuatro en el asiento de atrás, es lo que se llama la ley de la compensación.
Llegamos a buena hora a Tingo María, serían como las cinco de la tarde y después de ver cuatro hoteles, nos decidimos por uno que estaba bastante bien, tras un costoso regateo.
Fui en esta ciudad a cambiar en un banco el último billete que me quedaba de 100 dolares y no me lo aceptaban porque en la esquinita estaba un pedacito roto (de llevarlo en la cartera). No me lo podía creer. Quise hablar con el director, pero finalmente opté por marcharme y cambiarlo en una casa de cambios, que aunque me advirtió del trocito roto, me lo cambió sin mayor problema. Me pareció que estaba en la India de hace unos cuantos años, donde bastaba que un billete tuviera una pequeña rasgadura, para que no lo aceptaran.
Muchas casas de cambio había en esta ciudad puerta de la zona selvática cocalera.
El 7 de Julio, otra vez a las siete y media arriba . Como somos cinco, no tenemos problemas en contratar un coche para nosotros solos. Esta vez teníamos un "busito" de 9 plazas para nosotros. El primer tramo era hasta Tocache, a un os 150 Km y carretera de asfalto. Ningún problema, pero el coche se estropeó y tuvimos que cambiar a uno normalito. A eso de las 12 comenzamos el tramo mas complicado hasta Juanjuy. Este tramos es complicado porque la carretera no es asfaltada y además se producen asaltos, pues es una zona cocalera.
No tuvimos ningún incidente, salvo tener que pagar algo de "plata" a unos ronderos, y cruzar el río en una balsa porque estaban arreglando el puente.
Desde Juanjuy hasta Tarapoto, el camino ya es asfaltado. Todo iba bien, pero... pinchamos. Bueno, a cambiar de rueda. Luego tuvimos un control de la policía antidrogas y a eso de las 6 y media de la tarde llegábamos a Tarapoto. Fin de trayecto, habíamos recorrido toda la selva central desde que salimos de Lima.
Ahora me quedo unos días descansando y viendo las dificultades o facilidades que podemos tener para coger el barco en Yurimaguas, el lunes día 11, que nos lleve a Iquitos.
Mis amigos se han ido a Chachapoyas, y yo me quedo solo en el hotel. A la hora del desayuno no había mas que una chica desayunando, y con la amabilidad que me caracteriza, le he preguntado a ver de donde era y... sorpresa, era turca y viajaba sola. Primera vez en mi vida que en uno de mis viajes me topo con una chica turca. Ella se va mañana a La Eperanza que es un pueblito que está por aquí cerca, pero venía en barco de Iquitos.
Ah, las turcas, no tienen bigote, ni usan velo, esta chica iba con vaqueros y polo, como todos.Aunque queraís, no hay intriga. Hasta otro día. Daniel.

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