jueves, 29 de octubre de 2015

PANAMÁ - NICARAGUA- COLOMBIA 2015 (ETAPA 13)


 ETAPA Nº 13                                              MEDELLÍN


El sábado día 15, me levante tranquilo de mi cabaña de Santa Fé y mefui a desayunar al Piel Roja.La camarera Jakelin, una preciosidad de mujer, ya sabía lo que ponerme: café, huevos pericos , queso y pan con mantequilla. Vuelta al hotel a por la mochila y pasar por el water y así ya estábamos listos para viajar hacia mi última etapa colombiana.
 a las 11 menos cinco llegaba a la terminal de buses y a las  11,salía. Increíble,solamente íbamos dos pasajeros, así fuimos hasta el final de viaje. No sacó ni para pagar la carretera, porque aquí todas las carreteras tienen peaje. las motos creo que se libran.
Llegar a Medellín y como era a terreno conquistado, de la terminal norte al metro y de allí a la Plaza Botero, cerca de la cual se ubica mi hotel.
Fui al Bella Villa  e increíble, estaba completo, claro era fin de semana. El gerente me dijo que ya me iban a dar algo y al poco me dieron la 308. Se me queda el número porque era una habitación individual, con una bañera con yacucci que ocupaba más de la mitad de la habitación.
Gente y gente en  la ciudad. Bueno, sin hacer historia ya sabéis que Medellín es famosa por tres cosas. Todo lo relacionado por el capo Escobar, Botero y su museo y todas las esculturas en bronce que están en la plaza que lleva su nombre y..., aquí murió Carlos Gardel el rey del tango en un accidente de aviación.
Como siempre, di una vuelta por la plaza del insigne artista y luego me afeité la barba. Era una barbería toda de barberos, las mujeres eran las que llevaban el negocio por dos dólares como nuevo.
Por la tarde intenté encontrar la librería donde había comprado Travesuras de la Niña Mala, pero como soy muy malo orientándome, no la encontraba, pero como soy muy bueno, preguntando en español ( en India con el inglés lo paso mal), la encontré.
La señora fue todo amabilidad y me dijo  a ver por cual quería cambiarlo. Me ofreció unos cuantos y no me convencían ninguno, así que decidí llevármelo a cas. pero a los pocos metros vi en un puesto callejero, el héroe discreto de Vargas Llosa. Volví a la librería y le dije cual quería. Aunque ella no lo tenía me lo consiguió y aún estaba dispuesta a darme 2.000 pesos por el cambio. le dije que de eso nada ,que uno por otro y tan amigos. Esto es algo curioso, que compres un libro, lo leas y luego lo puedas cambiar por otro de un valor similar .Luego me fui por la Plaza Bolívar, donde ya a esa hora, estaba llena de señoritas de la noche, digo señoritas porque había muchas menores era peligrosillo andar por aquí, y de hecho a mi me robaron el móvil, pero con ayuda de gente honrada lo puede recuperar, pero el cuerpo seme quedó como para tocar el tamborilero. Fueron momentos de angustia felizmente resuelto. Aún tuve la moral de subir al Bar- Bailadero Cacique, que estaba pegado al hotel. La gente bailaba o tomaba tragos, me dijeron que luego iba a haber espectáculo de ballenato. Yo tenía dos razones para no bailar; una, porque no tenía pareja y aquí sacas a bailar a otra y se puede producir una balacera, como nos pasó en Cali hace muchos años, y otra razón porque no se bailar y con la Marisa y la Lupe, no aprendí nada. me fui a mi flamante habitación.
Al día siguiente me entró la pereza pues estaban televisando el Manchester y Chelse y no se me presentan tantas oportunidades como para verlo desde la cama Dejé el partido, me levanté desayune los consabidos huevos pericos con café y agarre el metro para ir hasta la estación de Acevedo., para desde aquí agarrar el metro-cable y subir hasta la Plaza Biblioteca España, en el barrio de Santo Domingo.
Aquí es donde el novelista Cerdá sitúa su novela El Barro de Medellín.
Yo estuve recorriendo el barrio, la plaza, entré a la biblioteca y fotografíe casa a medio encalar o de ladrillo puro y duro, tal y como aparece en la novela.
El barrio tenía mucha vida, la gente era amable y pese a que es un barrio pobre, no había casa de cartón y plástico, todas eran de ladrillo.
Decidí bajar andando, pero..., una cosa es el deseo y otra la realidad. El desnivel de la cuesta abajo ( todo era cuesta abajo), era mayor que las mas duras rampas del Tourmalet, y cuando ya me dolían , los abductores, las rodillas, y todos los músculos habidos y por haber, decidí coger nuevamente el metrocable, que me bajó hasta la estación de Acevedo desde donde en el mismo metro me fui a poblado. Ya sabéis a la zona "rosa" y "pija", pero era mi último día en Medellín y quería comer y acabar bien. Filete mignon y dos cervezas ( entraba el 2 x 1).luego en Cócteles entraba un 3x1, pero tenían que ser los tres de lo mismo Yo quería caipiriña, daikiri, y mojito, pero tuvieron que ser tres mojitos.
Ya mas contento regresé para el hotel, pasándome antes por la plaza Botero. Allí ví como era el negocio de los móviles robados. En un manta, un señor vendía las baterías de todos los tipos y tamaños. En otra, las carcasa y los protectores de todos los colores, y finalmente en otra los móviles me imagino que vacíos, solo el móvil. Con gran pena me iba para casa porque era el último día y estaba un poco nervioso a que me pasara algo y no poder coger el avión al día siguiente.
En Colombia, casi todo está bien. Las mujeres si no son todas guapas, todas van muy arregladas. El maquillaje es fundamental en todas tanto en jóvenes como en mayores, mas o menos discreto, pero todas. La exaltación del cuerpo también es una constante, y hasta las básculas se portan bien. Me pesé en una y ...73 kg, toma ya, seguro que la había ajustado para pesar de menos y salir todos contentos .por la noche tuve un mal sueño, soñaba que un avión se estrellaba en la selva después de unas turbulencias. Como ya sabéis hay mucha literatura sobre estos presentimientos, que se cuentan cuando salen bien. Yo no podía dejar de coger el avión y al día siguiente fui al aeropuerto José María Córdoba en Río Negro.
Por primera vez desde que salgo de Medellín, no tuve problemas con los controles y..., el vuelo fue placido y tranquilo. Pero vi las imágenes de televisión en las que ese día o el anterior se había estrellado un avión en la selva de Papúa. Este relato lo dejo para los esotéricos.
Bueno tuve problemas nuevamente con la mochila pero ya estoy en
Panamá. El 20 regreso, espero hacer la última crónica. Agur, Daniel.

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