jueves, 29 de octubre de 2015

PANAMÁ - NICARAGUA- COLOMBIA 2015 (ETAPA 2)






Kaixo. Ya llevo una semana en Panamá capital. Os había contado todo el rollo de Miami y lo de las mochilas. Bueno, pues el miércoles día 1 por la tarde aparecieron. Aparentemente no faltaba nada y además nos las trajeron a casa, no tuvimos que ir a buscarlas al aeropuerto como me ocurrió en otra ocasión. Después de un calor insoportable, Ahora jarrea. El calor de estos días de alguna manera tenía que explotar y ahora las nubes lloran a moco tendido. Estoy solo en casa. Mi suegra está en el hospital. Le operan hoy.
Marcos ( su marido ) está con ella. Para que yo no tenga que agobiarme, a mis hijos se los ha llevado por tres días Yolanda la madre de Mavi y es que..., este viaje es diferente a todos. Antes cogía la mochila y era solamente yo, pasara lo que pasara. Ahora soy yo, mi suegra, mis hijos y más. Estoy en una pelea conmigo mismo entre el deseo y el deber y de verdad que no es como un partido de futbol en que a veces se empata aquí o gana el uno o el otro. Digamos que va ganando el deber por 4 a 2. Esperemos reducir diferencias hoy mismo y con el tiempo tener superioridad en el marcador.
Mi vida transcurre entre la casa y alguna escapada que otra. El Moll de los Andes es mi Aitzane de Pamplona, aquí escribo, como y algunas veces bebo. Voy a contaros la anécdota de la cerveza. La casa de mi suegra está en un altito y al principio de la cuesta hay dos tiendas, una es un ultramarino ( aquí sería ultraterrestre) y enfrente un asador  de pollos y carne regentado por chinos. El domingo 5 de julio, antes de subir a la casa, fui al asador y pedí chuletas asadas. Mientras las hacían, crucé la pequeña calle y en el supermercado compré una cerveza Balboa y me la abrieron. La llevé al asador y la dejé a mi lado abierta mientras se asaba la carne. Había aquí también un policía nacional negro, bastante simpático que me saludó y también esperaba su carne. Como el tiempo pasaba, cogí la botella y le pegué un trago. En ese momento se acercó el simpático negrito  me cogió la botella y me mandó a que hablara con el capitán que estaba en el coche patrulla donde el supermercado. Yo mosca porque no había hecho nada, llevaba mi pasaporte encima, pero con la poli...., nunca se sabe. Me acerque a la ventanilla del coche patrulla y el capitán me preguntó si era extranjero. Respondí que sí, claro está. Mientras tanto el negrito vaciaba mi botella allí mismo. Bueno, el capitán me hizo saber que no se podía beber alcohol  mas que en los bares ( son sitios tenebrosos donde solo hay hombres borrachos) o en los restaurantes. Yo contesté que no lo sabía y me dijo que me fuera. Cuando volví a cruzar la calle y pedí mi carne. El chinito me preguntó  haber que era lo que me había ocurrido,. Se lo conté y me dijo: tuviste suerte el capitán estaría de buen humor pues esa acción son 60 dólares de multa o tres días de prevención. Me contó como yo puedo comprar cerveza, llevarla por la calle, meterla en el local donde trabaja él, abrir la botella, pero en el momento en el que me la llevé al gaznate, ya ..., he bebido. Entonces fue cuando el negrito me quitó la botella y me hizo hablar con el capitán. Este negrito tuvo la picardía de esperar hasta que me la llevara al gaznate para en ese momento agarrarme y todo lo demás que pasó. Algo que vas aprendiendo sobretodo cuando te pasa. Pudo ser peor y salirme la cerveza a 61 dólares, porque uno ya había pagado. Mientras, me comía la carne, a seco, claro está. Entró el "negrito" la mar de simpático a por su pollo y sus bebidas no alcohólicas y me saludo como si el episodio anterior solo hubiera ocurrido en mi imaginación. Yo también le saludé y le deseé buena ronda. Fijaros porque tontería tengo otra vez uno de esos  encuentros absurdos con la poli. Hoy que estoy solo en casa me escaparé y el deseo empatará con el deber. 
 El lunes que viene es cuando comienzo a viajar fuera de la capital y es cuando comienza para mí el viaje. Bueno, eso espero porque este año ya no se que va a pasar, y eso que me las prometía muy felices... Los de Pamplona a disfrutar de los sanfermines y los demás de la cerveza, pero... mirara alrededor. Agur. Daniel


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