Hoy ya estamos a día 20 y me
preparo par ir al aeropuerto y volver a casa. Estos últimos días son "los de la basura". No haces
nada y esperas que se pasen porque tu cabeza no está aquí Como he dicho pasé sin problemas los controles del aeropuerto, tanto de Medellín como de Panamá. En Medellín después del último control, pasé a esperar a la sala de embarque, había allí una minifaldera, que no me dejaba concentrarme en la lectura, cuando de repente oigo por los altavoces: Daniel Pérez preséntese en la puerta de embarque 12 del vuelo 646. Pensé para mi: ya la hemos fastidiado. Cogí mis cosas y me presente. Resulto que a quien habían llamado era a una tal Jarinet Pérez. Entre la minifaldera y mi oído malo, mas la tensión por este aeropuerto, no había escuchado bien. En Panamá no me pidieron ni continuidad de viaje ni dinero en efectivo, contrario a lo que me había pasado en la aduana terrestre. Cogí un bus y luego el metro y a casa. Nada había cambiado, la suegra estaba bien y los hijos llenos de picotazos de mosquitos. No hice nada en estos días pero hay circunstancias absurdas que te pueden cambiar la vida. Fui al Mall de Albrook porque había quedado con una amiga para despedirnos. Por si acaso me llevé el libro gordo de Shartaram para no perder el tiempo. Al cabo de dos horas todavía no había aparecido y decidí irme a la parte vieja a comer. Cuando pasaba por el pasillo del segundo piso oí un estruendo espantoso. Por encima de este segundo piso había un puente para los operarios del Mall. Dos de ellos estaban trasladando en una especie de carretilla ordenadores. Pues bien, se desequilibró un ordenador y cayo desde el puentecillo hasta el pasillo central, normalmente lleno de gente. La casualidad hizo que en ese momento una señora vio que caía y se apartó a tiempo. El ordenador se destripó en el suelo mandando piezas para todas las partes. Nadie resulto herido, pero cualquiera pudo haber muerto ( yo estaba allí , en ese punto pero en el piso superior). luego este episodio sería para el programa televisivo 100 maneras absurdas de morir. Pasado el susto me fui a comer mi corvina al ajillo con mi cerveza Balboa. El día 19 decidí pasear y sacar fotografías al Casco Viejo. Lo quieren convertir en un Cartagena de Indias, pero todavía les llevará tiempo. Hay personas que no se quieren ir de los lugares en donde viven,. Según mi suegra son alquilados, que además no pagan, y las casas casi se les caen. Al lado hay unas construcciones nuevas (respetando las fachadas), espectaculares. Va a quedar muy bien, pero un tanto "lig". Volví a casa en el metro que es de lo mejor que tienen los panameños. Era hora punta y había mucha gente. En eso entró una señora con un crío en brazos (había muchas más), pero por lo que fuera nadie se levantó para cederle al asiento. La gente llamó al policía que vigilaba el vagón, para que hiciera levantarse a alguien y que le dieran sitio. Se levanto una pequeña discusión entre la educación, la moral y los buenos principios y la obligatoriedad. La cosa no llegó a mayores. En casa mis hijos estaban nerviosos por la partida, y los amigos del barrio les dieron muchos regalos. Con todo esto, ellos se despidieron de sus amigos con un ... hasta el año que viene. Ya veremos. Bueno dejo esto ya porque me voy al aeropuerto y miedo me da el paso por Miami, el Panamá 2015 terminó. El viaje "interior", también y ahora a cargar pilas. Agur. Daniel
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