Crónica del día 20 de julio
Hemos
venido a Medellín, la segunda ciudad mas poblada de Colombia. Todos
sabemos de los tópicos que rodean a esta ciudad, pero al conocerla nos
ha sorprendido gratamente.
Por la mañana cogimos el Metro, (
es la única ciudad de Colombia que lo tiene), y nos vinimos al jardín
botánico. aquí parte de ver las plantas, árboles diversos y unas
orquídeas con flor, tuvimos el segundo detalle amable de la gente que
quiere una buena imagen de Medellín y que la ciudad recupere encanto. A
la entrada del parque, nos hicieron una entrevista sobre nuestra
impresión de Medellín, y como nos había tratado la gente y si habíamos
tenido algún problema o como nos habían tratado en los lugares en que estuvimos. .Luego nos
dejaron unos rotuladores, y en unos paneles amarillos, puestos
ex-profeso, nos dijeron que pintáramos o escribiéramos alguna frase
alusiva a la impresión que teníamos de Medellín. Lo hicimos y lo
fotografié.Luego dejé allí a mis amigos y me fui al Parque Berrío, donde
esta el museo de Botero. En la plaza, se encuentran unas 20 esculturas
en broces gigantescas o mejor dicho voluminosas de la obra escultórica
de Botero. En el interior está su pintura de "gordos". A mí me encanta
Botero y puede contemplar mas de 200 obras originales: los toreros,
mujer peinándose, el vía crucis de Jesús, la Colombiana, etc.., gran
parte de la obra de Botero. Estuve mas de tres horas, algo inaudito en
mi al visitar un museo. Luego salí a la plaza donde se palpitaba la
auténtica " temperatura " colombiana. Prostitutas jóvenes y "viejas"
alrededor de la iglesia, limpiabotas y vendedores pululando por la
plaza, y gente andando. Me senté en un banco y estuve viendo como eran
las relaciones entre las "meretrices" y sus clientes. Llegaban a un
acuerdo y luego disimuladamente el cliente seguía a la "señora" por unas
calles aledeñas hasta llegar al "hotel", no cerca de la plaza. También
hice que me limpiaran los zapatos. Mi elección fue la peor posible, pues
el limpiabotas estaba borracho perdido y casi no le entendía cuando
hablaba. Dejamos la operación en 2,000 pesos y cuando acabamos me quería
cobrar 4.000, osea dos mil por cada zapato decía el señor. Está claro
como acabó la cosa ¿. no?..En esta misma plaza se dio el caso de un
carterista que le arrampló la cartera a una turista y..., la gente se
dio cuenta, empezó a chillar y a señalarlo y la policía lo atrapó al
momento. Como os he dicho, la gente pelea por tener una ciudad
ilusionante.. Volví a mi zona, la "zona rosa",y a comer en el Tahico,
esta vez salmón. Luego con mis amigos también fui a este restaurante y
como yo ya había comido..., pues acabamos bebiendo caipiriñas porque la
oferta en cócteles era 3 X 1..
Medellín es famosa por dos muertes
célebres: en 1993 la de Pablo Escobar, y unas décadas antes por el
accidente aéreo que supuso la muerte en esta ciudad de Carlos Gardel
Entre 1980 y 1990 ; Medellín fue una de las ciudades mas violentas
del mundo. El cártel de Medellín dominaba todo lo que se movía:
política, iglesia, estado, etc.Con la muerte en una azotea de un barrio
medellinense de Pablo Escobar, todo empezó a cambiar. Ahora es una
ciudad pujante en lo industrial y superamable en sus gentes.
Salimos de Pereira después de abandonar nuestro santuario de
Salento, y en el bus tuvimos al poco de salir el primer y hasta ahora
único control policial. A nosotros los extranjeros no nos pidieron casi
nada, solamente mostrarles el pasaporte. A los nacionales les
registraban las bolsas de mano y comprobaban sus células de identidad.A
eso del mediodía caíamos en la Terminal Sur de Medellín. Aquí hay un
punto de información turística, donde nos trataron de maravilla,
dándonos todo tipo de información y un gran mapa de la ciudad, donde nos
marcaron el lugar donde teníamos el hóstel, zonas seguras, como
funcionaba el metro y todo lo que necesitáramos. No fue la única muestra
amabilidad y deseo de la gente por hacer un Medellín agradable y quitar
esa imagen anterior. Nos vinimos a la zona "Rosa", que es la zona mas
"chick" de Medellín, nada que ver con el rosa de allá. El hostel se
llama Kiwi y por primera vez en este viaje, comparto la habitación con
otros cuatro. Es lo que tiene venir a un "hostel", para que te salga
barato.
Descubrí un restaurante tahilandés que se llama Thaico, que está
muy bien, con una terraza que da al parque Lleras, muy agradable. Aunque
los precios son caros, hay una promoción desde las 12 del mediodia
hasta las 7 de la tarde en la que los platos cuestan la mitad, y en todo
el día existe en las bebidas, el 2 X 1. Con lo cual; un Róbalo Meniere y
las dos cervezas, me ha salido por 10 euros.
¿ Que hago yo aquí ?, es un libro de Bruce Chatwin, viajero
patagónico. Es lo mismo que me preguntaba yo en mi habitación de
"Kiwi", cuando entraron a dormir los otros ocupantes y uno estaba
borracho, el otro roncaba y el otro se movía en la cama metiendo un
ruido las tablas de la litera que no me dejaba dormir a mi que estaba en
la de abajo.Quizás, el problema es..., que son más jóvenes que yo.
En el hostel Kiwi hay un andaluz de Córdoba que
pareciera que lleva viviendo allí toda la vida. Prepara paellas, se
presenta a todos los españoles que llegan, y es de un carácter
dicharachero. No se si ha conocido algo mas de Colombia. Cuando le
pregunte a ver que tal estaba en Medellín, me respondió: esto y follar
gratis lo mejor que hay. Allí lo dejé ,con un valenciano que quería ir a
Panamá de la manera mas barata y quería averiguar los pasos terrestres
que había y otros cuantos a su alrededor.No tenía mala filosofía este
cordobés, emulando a su paisano Séneca.
En nuestro último día de estancia, nos levantamos temprano para ir a
ver el famoso Parque Arvi. Está situado a 18 Kilómetros de Bogotá y hay
que ir primero en metro y luego en el "metro cable", osea teleférico.
Superas mas de 1.000m de desnivel y pasa por encima de un barrio de
casas con chapas de zinc, donde está situado la Biblioteca España. Una
inmensa mole de tres edificios cúbicos en negro, donadas por la reina
Sofía o por el estado o..., por todos nosotros.
El parque está muy bien, pero tiene una extensión terrible y es para
quedarse varios días. Con nosotros subían en el metro cable dos
personas para acampar allí. Uno de ellos era profesor, y sin conocernos
de nada, nos dio su tarjeta por si necesitábamos de su ayuda. Genial
Como no teníamos mucho tiempo
hicimos un recorrido de dos horas y media., siguiendo el curso de un
arroyo. Antes de partir, nuestro variopinto grupo, hizo un poco de
calentamiento y estiramientos bajo la dirección de nuestra guía. Vamos
de risa, pero es que el grupo era de lo mas diverso, Un señora mayor, que
asemejaba a la abuelita Paz, con una sombrilla de un rosa intenso. Unos
niños con zapatos de charol, dos matrimonios jóvenes, uno de los cuales
no andaba ni para atrás y teníamos que reagruparnos cada 15 minutos, y
nosotros cuatro que íbamos en cabeza. Así es que cuando faltaba media
hora para completar el circuito, tuvimos la ocasión de coger unas
bicicletas puestas por el propio parque para acabar el recorrido.
Maldita la hora en que cogimos las bicis, unas cuestas con un porcentaje
lo menos del 20%, llegamos sin aire y eso que solo fue un cuarto de
hora. Luego yo me vine a la terminal norte mientras mis amigos iban a
ver la Biblioteca España.
La Terminal de Buses, una maravilla de orden, limpieza, tiendas por
todas parte y muy fácil de aclararte. Ahora mientras escribo estas
líneas estoy comiendo un perro caliente, ya veis, ayer salmón y hoy
esto. Así compensamos calorías y presupuesto.
El bus va a salir enseguida. Mis amigos menos Juan que se ha
quedado en Medellín por algún tiempo más, ya han venido. Cogemos las
mochilas de consigna y embarcamos rumbo a Santa Fé de Antioquia, camino
de Turbo, que será nuestro siguiente destino antes de llegar al mar
Caribe en la frontera con Panamá en el noroeste colombiano. Agur. Daniel
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