Hemos venido a Medellín, la segunda ciudad mas poblada de Colombia. Todos sabemos de los tópicos que rodean a esta ciudad, pero al conocerla nos ha sorprendido gratamente.
Medellín es famosa por dos muertes célebres: en 1993 la de Pablo Escobar, y unas décadas antes por el accidente aéreo que supuso la muerte en esta ciudad de Carlos Gardel
Entre 1980 y 1990 ; Medellín fue una de las ciudades mas violentas del mundo. El cártel de Medellín dominaba todo lo que se movía: política, iglesia, estado, etc.Con la muerte en una azotea de un barrio medellinense de Pablo Escobar, todo empezó a cambiar. Ahora es una ciudad pujante en lo industrial y superamable en sus gentes.
Salimos de Pereira después de abandonar nuestro santuario de Salento, y en el bus tuvimos al poco de salir el primer y hasta ahora único control policial. A nosotros los extranjeros no nos pidieron casi nada, solamente mostrarles el pasaporte. A los nacionales les registraban las bolsas de mano y comprobaban sus células de identidad.A eso del mediodía caíamos en la Terminal Sur de Medellín. Aquí hay un punto de información turística, donde nos trataron de maravilla, dándonos todo tipo de información y un gran mapa de la ciudad, donde nos marcaron el lugar donde teníamos el hóstel, zonas seguras, como funcionaba el metro y todo lo que necesitáramos. No fue la única muestra amabilidad y deseo de la gente por hacer un Medellín agradable y quitar esa imagen anterior. Nos vinimos a la zona "Rosa", que es la zona mas "chick" de Medellín, nada que ver con el rosa de allá. El hostel se llama Kiwi y por primera vez en este viaje, comparto la habitación con otros cuatro. Es lo que tiene venir a un "hostel", para que te salga barato.
Descubrí un restaurante tahilandés que se llama Thaico, que está muy bien, con una terraza que da al parque Lleras, muy agradable. Aunque los precios son caros, hay una promoción desde las 12 del mediodia hasta las 7 de la tarde en la que los platos cuestan la mitad, y en todo el día existe en las bebidas, el 2 X 1. Con lo cual; un Róbalo Meniere y las dos cervezas, me ha salido por 10 euros.
¿ Que hago yo aquí ?, es un libro de Bruce Chatwin, viajero patagónico. Es lo mismo que me preguntaba yo en mi habitación de "Kiwi", cuando entraron a dormir los otros ocupantes y uno estaba borracho, el otro roncaba y el otro se movía en la cama metiendo un ruido las tablas de la litera que no me dejaba dormir a mi que estaba en la de abajo.Quizás, el problema es..., que son más jóvenes que yo.
Por la mañana cogimos el Metro, ( es la única ciudad de Colombia que lo tiene), y nos vinimos al jardín botánico. aquí parte de ver las plantas, árboles diversos y unas orquídeas con flor, tuvimos el segundo detalle amable de la gente que quiere una buena imagen de Medellín y que la ciudad recupere encanto. A la entrada del parque, nos hicieron una entrevista sobre nuestra impresión de Medellín, y como nos había tratado la gente y si habíamos tenido algún problema o como nos habían tratado en los lugares en que estuvimos. .Luego nos dejaron unos rotuladores, y en unos paneles amarillos, puestos ex-profeso, nos dijeron que pintáramos o escribiéramos alguna frase alusiva a la impresión que teníamos de Medellín. Lo hicimos y lo fotografié.Luego dejé allí a mis amigos y me fui al Parque Berrío, donde esta el museo de Botero. En la plaza, se encuentran unas 20 esculturas en broces gigantescas o mejor dicho voluminosas de la obra escultórica de Botero. En el interior está su pintura de "gordos". A mí me encanta Botero y puede contemplar mas de 200 obras originales: los toreros, mujer peinándose, el vía crucis de Jesús, la Colombiana, etc.., gran parte de la obra de Botero. Estuve mas de tres horas, algo inaudito en mi al visitar un museo. Luego salí a la plaza donde se palpitaba la auténtica " temperatura " colombiana. Prostitutas jóvenes y "viejas" alrededor de la iglesia, limpiabotas y vendedores pululando por la plaza, y gente andando. Me senté en un banco y estuve viendo como eran las relaciones entre las "meretrices" y sus clientes. Llegaban a un acuerdo y luego disimuladamente el cliente seguía a la "señora" por unas calles aledeñas hasta llegar al "hotel", no cerca de la plaza. También hice que me limpiaran los zapatos. Mi elección fue la peor posible, pues el limpiabotas estaba borracho perdido y casi no le entendía cuando hablaba. Dejamos la operación en 2,000 pesos y cuando acabamos me quería cobrar 4.000, osea dos mil por cada zapato decía el señor. Está claro como acabó la cosa ¿. no?..En esta misma plaza se dio el caso de un carterista que le arrampló la cartera a una turista y..., la gente se dio cuenta, empezó a chillar y a señalarlo y la policía  lo atrapó al momento. Como os he dicho, la gente pelea por tener una ciudad ilusionante.. Volví a mi zona, la "zona rosa",y a comer en el Tahico, esta vez salmón. Luego con mis amigos también fui a este restaurante y como yo ya había comido..., pues acabamos bebiendo caipiriñas porque la oferta en cócteles era 3 X 1..

En el hostel  Kiwi hay un andaluz de Córdoba que pareciera que lleva viviendo allí toda la vida. Prepara paellas, se presenta a todos los españoles que llegan, y es de un carácter dicharachero. No se si ha conocido algo mas de Colombia. Cuando le pregunte a ver que tal estaba en Medellín, me respondió: esto y follar gratis lo mejor que hay. Allí lo dejé ,con un valenciano que quería ir a Panamá de la manera mas barata y quería averiguar los pasos terrestres que había  y otros cuantos a su alrededor.No tenía mala filosofía este cordobés, emulando a su paisano Séneca.
En nuestro último día de estancia, nos levantamos temprano para ir a ver el famoso Parque Arvi. Está situado a 18 Kilómetros de Bogotá y hay que ir primero en metro y luego en el "metro cable", osea teleférico. Superas mas de 1.000m de desnivel y pasa por encima de un barrio de casas con chapas de zinc, donde está situado la Biblioteca España. Una inmensa mole de tres edificios cúbicos en negro, donadas por la reina Sofía o por el estado o..., por todos nosotros.
El parque está muy bien, pero tiene una extensión terrible y es para quedarse varios días. Con nosotros subían en el metro cable dos personas para acampar allí. Uno de ellos era profesor, y sin conocernos de nada, nos dio su tarjeta por si necesitábamos de su ayuda. Genial
Como no teníamos mucho tiempo hicimos un recorrido de dos horas y media., siguiendo el curso de un arroyo. Antes de partir, nuestro variopinto grupo, hizo un poco de calentamiento y estiramientos bajo la dirección de nuestra guía. Vamos de risa, pero es que el grupo era de lo mas diverso, Un señora mayor, que asemejaba a la abuelita Paz, con una sombrilla de un rosa intenso. Unos niños con zapatos de charol, dos matrimonios jóvenes, uno de los cuales no andaba ni para atrás y teníamos que reagruparnos cada 15 minutos, y nosotros cuatro que íbamos en cabeza. Así es que cuando faltaba media hora para completar el circuito, tuvimos la ocasión de coger unas bicicletas puestas por el propio parque para acabar el recorrido. Maldita la hora en que cogimos las bicis, unas cuestas con un porcentaje lo menos del 20%, llegamos sin aire y eso que solo fue un cuarto de hora. Luego yo me vine a la terminal norte mientras mis amigos iban a ver la Biblioteca España.
La Terminal de Buses, una maravilla de orden, limpieza, tiendas por todas parte y muy fácil de aclararte. Ahora mientras escribo estas líneas estoy comiendo un perro caliente, ya veis, ayer salmón y hoy esto. Así compensamos calorías y presupuesto.
El bus va a salir enseguida. Mis amigos menos Juan que se ha quedado en Medellín por algún tiempo más, ya han venido. Cogemos las mochilas de consigna y embarcamos rumbo a Santa Fé de Antioquia, camino de Turbo, que será nuestro siguiente destino antes de llegar al mar Caribe en la frontera con Panamá en el noroeste colombiano. Agur. Daniel