sábado, 3 de enero de 2009

MADRYN


Por fín hemos llegado a la Patagonia auténtica. Carreteras inmensamente rectas, con pueblos a muchísima distancia unos de otros y viento y frio. Ahra estoy en El Calafate, dispuesto a ir a ver El Perito Moreno, pero antes, estuvimos en otros lugares...Después de 17 hotras de viaje, desde las 3 de la tarde hasta las 7 de la madrugada del día siguiente, llegamos a Puerto Madryn, habiendo partido de Bariloche y habiendo atravesado Argentina horizontalmente.Nada más llegar, ya vimos dos ballenas en la playa del pueblo, lo cual despertó nuestra curiosidad. Nos alojamos en un hostel, que ya conocia yo por haberme hospedado hace dos años. Como no había mucho sitio o muchas habitaciones dobles libres, al ver nuestra retincencia, nos ofertaron ir a una especie de apartamento al lado de la playa, con dos habitaciones y un salon con sofa-cama. Aceptamos y todo fueron facilidades, por un tal Matías ( dueño del hostel). Nos llevó en su camioneta a los cinco y todas las mochilas al departamento y nos enseñó la combinación de la alarma, que dicho sea de paso no nos dió mas que problemas.Bueno, siguiendo en plan señores, alquilamos un coche para desplazarnos por la ciudad y poder ir a nuestro aire a la Penísula Valdés para el avistaje de las ballenas. Ah, el que nos alquiló el coche era amigo de Matías ,claro.Yo tengo muy claro que en un sistema capitalista nadie da nada por nada, todo el mundo trata de hacer dinero, no hay regalos.Fuimos con nuestro coche a la Penísula de Valdés y como turistas japoneses nos dirigimos al barquito que nos llevaba a donde se encontraban las ballenas.Yo se que soy turísta, aunque pretenda ser solamente viajero, pero hay situaciones que me pueden. Con las ballenas no disfruté mucho por dos cosas:, por las instrucciones que estaban venga dar los del barco, que si no se asomen, que si no se agachen, que esto es zona de paso,etc.. Igual tiene que ser así, pero a mí, me jode. La segunda cuestión, es la cámara de fotos. Hasta que me harté, las ballenas no las veía directramente sino através de la pantalla de la cámara, y si daba el sol de espalda, no veía la pantalla y si daba de frente, no podia enfocar a las ballenas., ( mi cámara no tiene visor ).En fín, cuando me cansé dejé de sacar fotos y disfruté de ver a la ballena franca austral cerca de mi y en su elemento. Es impresionante ver semejantes moles, pasando suavemente por debajo de tu barco sin rozarte, o como pueden dar,esos saltos.Tambien está muy bien ver como sumerge verticalmente la cola. Pero.., la ballena no se queda parada para la foto, lo de la cola es un instante y o lo sacas o no. Por eso disfruté cuando solamente me preocupé de ver.Tengo que decir que a mis amigos les pareció un espectáculo fantástico y que merecía la pena llegar hasta aquí para ver las ballenas a tan corta distancia. Decían que una cosa son los reportajes del National Geografic, y otra cosa diferente el que tu te sientas empapado por el agua que arroja la ballena al respirar ( como nos sucedió).Luego dimos una vuelta total por la penísula, deteniendonos en Caleta Valdes, que no es un lugar con casas y hoteles como Puerto Piramides, sino que es el nombre que recibe una extensión grande ded terreno alrededor de una caleta. El lugar es muy interesante, hay muchos senderos para caminar y tambien se puede bajar hasta cerca de la misma playa donde había elefantes marinos y lobos marinos. Desgraciadamente no era época de pingüinos. Yo recordaba esté lugar porque aquí se rodó una película que pasó desapercibida en España: La Puta y la Ballena, cuya protagonista era Aitana Sanchez Gijón. Solamente por verle a ella y esta penísula merecía la película haber tenido mas espectadores que los que tuvo.Al dia siguiente fuimos a Trelew. Aquí nació casualmente la madre de un amigo mío de Sangüesa y le prometí que si llegaba a Trelew le mandaría una postal desde el mismo pueblo.Esto que parece tan fácil no lo es tanto, porque en todas las librerías y puestos de fotografías que pregunté, no había postal de Trelew.Pero lo que es el destino, después de comer fuimos a por el coche que casualmente lo habíamos aparcado en la calle Fontaneda en frente del Hotel Touring.La curiosidad hizo que nos acercaramos a ver el hotel y: ¡ vaya sorpresa!. Era un hotel de época, que nació a una con el ferrocarril en Trelew y que la dueña era una señora mayor, asturiana. Pero es que en ese hotel, se alojaban Bud Cassidy y Sundance Kid, en sus correrías por la Patagonía. La habitación donde se hospedó Cassidy, está tal cual , con las pistolas, la ropa, y los carteles de recompensa por su captura ( lo tengo fotografiado). Además aquí tambien se hospedaba Saint Exupery. y otra serie de personajes famosos. A mí lo de la habitación de Cassidy, me gustó muchísimo, pues el tema del lejano oeste, era un tema que me gustó en su tiempo, y sobretodo no pensaba que lo iba a encontra en Trelew, y más después del día que llevabamos. Y por si fuera poco, aquí si que habia postales del pueblo y pude escribir y mandar. Osea que mas contento que unas pascuas, regresé a Puerto Madryn. Ah, se me olvidaba, por la mañana estuvimos a 15 Km de Puerto Madryn, en una playa a la que llaman El Doradillo, donde a pocos metros de la orilla ( es un decir ), había 4 ó 5 ballenas y además estas si que se estaban quietas. La gente las contemplaba desde las orillas, sin el rollo de la embarcación y mandangas de esas. El último día de nuestra estancia en este precioso pueblo, para no tener que llevar las mochilas, llamamos al Matías y¡ oh casualidad! no podía venir con la camioneta porque estaba lejísimos. Dos cogimos un taxi y con todas las mochilas fuimos hasta el hostel, abandonando a las 10 el apartamento ( como nos marcaba el reglamento) y casualidad, nos abrió la puerta el Matías, que justo acababa de llegar, nos dijo.El caso es que quedamos los cinco para comer a la 1, porque calculamos que saliendo el autobus a las tres de la tarde nos daría tiempo a coger las mochiles e ir a la estación. Pero como somos discutidores, nos enzarzamos en la comida en una discusión de ética de la suvbención que dá el Gobierno de Navarra a Osasuna por cambiar el nombre del estadio y para cuando nos dimos cuenta ya eran pasadas las dos y media. Levantarse y correr al Hostel del Matías a recoger las mochilas para ir a la terminal y haber si había suerte y nos llevaba con la furgoneta.Las mochilas cogimos, pero ni furgoneta ni Matias, ni tampoco pasaban taxis. Al final, corriendo como locos por la calle los cinco con nuestras mochilas, Juanjo que iba haciendo autoestop, paró a un particular para que le llevara a la terminal. Mientras él iba en el coche rojo particular, nosotros logramos detener a dos taxis y .., llegamos a la terminal fuera de la hora pero..., allí estaba Juanjo hablando con los conductores y reteniendo por cinco minutos el bus. Bueno es poder contar lo que bien acaba, porque con el bus nos "arreamos" luego 18 horas, unos 1.400 Km. Saludos a todos. Daniel

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