Ya casi estamos en el final. Hemos venido desde Calcuta por unos paisajes que me recordaban a Kerala. Es la Bengala auténtica .La carretera estrecha y un poco mas elevada que el resto del terreno. Todo lo demás esta inundado, en unos lugares más y en otros algo menos. Pero todo es: agua, agua, verde de los arrozales. casitas de barro y paja, palmeras, y gentes con saris de algodón de todos los colores. Los hombres con esas "falditas" que casi no se ven en el resto del país.
Ahora estamos esperando el ferry que nos lleve a la isla ,última en el delta., Su nombre es Ganga Sagar .Mientras esperamos, un” Blak The” , y una mirada al mundo este que nos rodea, que es como una película pero de verdad. Hay tres hombres, agachados sobre unas enormes tinajas llenas de agua y.., ellos chapotean con una mano en cada tinaja, con un ritmo acompasando el agua con sus manos. Es que dentro hay peces muy, muy pequeños y supongo que será para oxigenar el agua o algo así. No deja de ser curioso.
El paso en el ferry ha sido sencillo, sin complicaciones, cuando se hunden suele ser por ir sobrecargados, y este no iba.
Llegar a la isla y regatear un poco para coger un taxi que nos lleve al otro extremo de la isla a unos 45 Km. El recorrido por la isla es de los que quedan en la retina por bastante tiempo. El taxi nos espera al lado de un templo dedicado a gran parte de las divinidades relacionadas con el Ganges. Aún nos queda cerca de un kilómetro , por un pasillo" de ladrillo rojo”, hasta llegar a la playa, y... LO CONSEGUIMOS.
Cuando sentimos el agua tibia del río-mar en los pies, tuvimos una sensación, como de cosquilleo entre gracioso y nervioso.
El agua nos acariciaba y nos sentíamos bien. Sin hablarnos apenas, sonreíamos. .Habíamos llegado, recorridos mas de 2.500 Km del Ganges, y lo que empezó con un reto medio en serio, medio en broma, allá por enero en Pamplona, con mi amigo Angel Huarte, se convirtió en realidad con Luis, Txiki y Maricarmen.
Ya se que no es una hazaña portentosa, ni mucho menos, pero es bonito conseguir retos e ilusiones. ! Va por ti Angel!
No había mucha gente, quienes nos hicieron compañía fueron una manada de cangrejos rojos. El chofer también entro en las aguas y recogió en una botella tan "preciado" líquido. Luego fuimos al templo, nos pintamos un poco la frente y..., camioneta y adelante que teníamos que agarrar el ferry.
Llegamos a tiempo para pasar a la península , pero luego la vuelta a casa fue dura. No había luz por todo el camino y la carretera estaba atestada de gente. Lo más sorprendente, era, ver o intuir como conducían las bicis y los rikchwos en semejante oscuridad sin ser arrollados por coches o autobuses con luces.
Al llegar a Calcuta ya de noche, nos encontramos con la sorpresa de que el hotel donde nos habíamos alojados ( el caro), estaba completo. No quedó otro remedio que hacer un poco de turismo hotelero por el barrio. Al tercer intento encontramos uno acorde con nuestras posibilidades y nos quedamos ( no teníamos fuerzas para regatear mas).
A partir de ahora, a desandar parte de lo andado. Hoy hemos vuelto hasta Budhgaya y mañana intentaremos pasar la frontera indio-nepalí cerca de Patán. Nos vemos en Nepal. La próxima crónica espero sea desde Katmandú . Namaste. Daniel
Ahora estamos esperando el ferry que nos lleve a la isla ,última en el delta., Su nombre es Ganga Sagar .Mientras esperamos, un” Blak The” , y una mirada al mundo este que nos rodea, que es como una película pero de verdad. Hay tres hombres, agachados sobre unas enormes tinajas llenas de agua y.., ellos chapotean con una mano en cada tinaja, con un ritmo acompasando el agua con sus manos. Es que dentro hay peces muy, muy pequeños y supongo que será para oxigenar el agua o algo así. No deja de ser curioso.
El paso en el ferry ha sido sencillo, sin complicaciones, cuando se hunden suele ser por ir sobrecargados, y este no iba.
Llegar a la isla y regatear un poco para coger un taxi que nos lleve al otro extremo de la isla a unos 45 Km. El recorrido por la isla es de los que quedan en la retina por bastante tiempo. El taxi nos espera al lado de un templo dedicado a gran parte de las divinidades relacionadas con el Ganges. Aún nos queda cerca de un kilómetro , por un pasillo" de ladrillo rojo”, hasta llegar a la playa, y... LO CONSEGUIMOS.
Cuando sentimos el agua tibia del río-mar en los pies, tuvimos una sensación, como de cosquilleo entre gracioso y nervioso.
El agua nos acariciaba y nos sentíamos bien. Sin hablarnos apenas, sonreíamos. .Habíamos llegado, recorridos mas de 2.500 Km del Ganges, y lo que empezó con un reto medio en serio, medio en broma, allá por enero en Pamplona, con mi amigo Angel Huarte, se convirtió en realidad con Luis, Txiki y Maricarmen.
Ya se que no es una hazaña portentosa, ni mucho menos, pero es bonito conseguir retos e ilusiones. ! Va por ti Angel!
No había mucha gente, quienes nos hicieron compañía fueron una manada de cangrejos rojos. El chofer también entro en las aguas y recogió en una botella tan "preciado" líquido. Luego fuimos al templo, nos pintamos un poco la frente y..., camioneta y adelante que teníamos que agarrar el ferry.
Llegamos a tiempo para pasar a la península , pero luego la vuelta a casa fue dura. No había luz por todo el camino y la carretera estaba atestada de gente. Lo más sorprendente, era, ver o intuir como conducían las bicis y los rikchwos en semejante oscuridad sin ser arrollados por coches o autobuses con luces.
Al llegar a Calcuta ya de noche, nos encontramos con la sorpresa de que el hotel donde nos habíamos alojados ( el caro), estaba completo. No quedó otro remedio que hacer un poco de turismo hotelero por el barrio. Al tercer intento encontramos uno acorde con nuestras posibilidades y nos quedamos ( no teníamos fuerzas para regatear mas).
A partir de ahora, a desandar parte de lo andado. Hoy hemos vuelto hasta Budhgaya y mañana intentaremos pasar la frontera indio-nepalí cerca de Patán. Nos vemos en Nepal. La próxima crónica espero sea desde Katmandú . Namaste. Daniel
1 comentario:
hola Dani
Te decia el otro dia y no lo pude terminar.... que, cuando me despedía por quinta vez de India, pensaba que sería difícil volver.
Había tantos lugares... pero al volver a disfrutar y sentir tus crónicas, y sobre todo las de Venares..., lugar al que algunos le ponen el epíteto de "lazareto", sentí que tendría que volver a vagabundear por sus calles y sentir la vida de sus gentes, sentir, oler, mancharse, rozarse, ser un anónimo mas, y ver la noche apagada de luces, con el Ganga como principal actor, ..., volveré. Un abrazo
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