miércoles, 14 de octubre de 2009

DELHI-AGRA


Atravesamos todo el Punjab, la tierra mas generosa de India. Aunque la distancia superaba los 400 km, hemos hecho el trayecto hasta Delhi, pués las carreteras eran infinitamente rectas, pero de Kilómetros y Kilómetros..
Por la tarde a eso de las 4 llegamos a Delhi. Tráfico de entrada, increíble, cuesta unas dos o tres horas llegar hasta el hotel, habiendo penetrado ya en Delhi. Decidimos ir caminando a Connaug Place, que es un poco el corazón de Delhi, y para mi la parte mas emblemática de la ciudad.
Totalmente cambiada con relación a 5 años anteriores. La proliferación de marcas es total. Todo son tiendas de Levis ( a la cual entro ), Reedbook, Mac Donals, y todas las multinacionales que se te ocurran. Todas están concentradas en esta plaza. Además, increíble: ¡ todas las tiendas estaban llenas!. Segunda gran sorpresa, ninguna chica india de las que compraba por aquí, llevaba sari. Todas vestían con vaqueros e incluso alguna con falda. Inimaginable hace unos pocos años.
Por otra parte las obras del metro, que no es subterráneo sino aéreo, (gran construcción de pilares y puentes), hacen de Delhi, una ciudad muy distinta a la que conocí.
A la vuelta a casa, volvimos también andando y como estaba oscuro, volví a meter la pata ,osea, me caí a una especie de zanja, llena de mugre ( una pierna ), no me pasó nada pero..., esa noche me tuve que duchar y limpiar y desinfectar la herida en la rodilla. Ya se sabe, agua, y luego betadine, termino con un apósito, y mejor que cualquier enfermera del OPUS. De hecho ya se me ha curado.
Para rematar la faena, a la terraza del Metrópolis y.., el consabido Chiken Tandoori ( aquí es el mejor), y dos cervezas por barba. Viva la India.
Otra cosa, el administrador del hotel, que me llama muy simpático, Mister Daniel, como nos había hecho un precio muy barato 600 Rp, no llega a 10 dólares para dos, cuando me vió solo me pidió algo de dinero porque al día siguiente que nos íbamos él no iba a estar en recepción. No se si sabía con quién se jugaba los cuartos. El trato es el trato y punto. Mañana para Agra.
Agra no esta lejos de Delhi, y por ello el viaje fue muy suave. Como un nostálgico de los años 80, volví al hotel en el que me hospedaba aquellos años. El Tourist Red House. Hicieron una reforma y está muy bien, aunque hace un calor insoportable.
Decir Agra es decir Taj Mahal, pero yo ya lo había visto tantas veces que no me apetecía la idea de volver a ir. Le dejé mi cámara a Txiki, y ellos con un español-parlante, se fueron a ver el monumento. Estaba claro que luego alguna tienda se tendrían que tragar, como así fué.
Yo me quedé leyendo y luego me fuí a callejear. En el centro de Agra presencié un curioso episodio.
Había un señor que le faltaban las dos piernas, y se desplazaba en una tabla con ruedas, estilo” goitiberas”. Pues bien, hubo un momento que tenía que cruzar al otro lado de la calle y había un tráfico de mil demonios.
Con una ligera mirada, sin hablar, le hizo ver a un guardia su situación y.., el guardia paro el tráfico y los dos a la vez se dispusieron a pasar al otro lado. Instintivamente, el paralítico, estiró la mano, agarró el dedo de la mano del guardia y así de esta guisa cruzó hasta mitad de calle, se impulsó estilo relevos de bici, y cruzó a toda velocidad lo que le quedaba de calle. Lástima no tener la cámara, pero lo fotografié en mi memoria.. Vuelta a casa y escuchar las impresiones del Taj de mis amigos, así como ver las fotos que me habían hecho.
Cuando llegué a casa, una pequeña desilusión, Rakes que era nuestro conductor, se había despedido y marchado para Jaipur. Mis amigos me dijeron que estaba muy sentido de no haberse despedido de mí. Yo también lo sentí, pués, pese a la dificultad del idioma, no al impedimento, habíamos forjado una pequeña relación interesante, y medio en broma medio en serio, hacíamos planes para montar un negocio, yo de guía y el de chofer. Agur. Daniel

No hay comentarios: