EL PUNJAB

El día comenzó bien, con un desayuno bufet y luego para completar un café capuchino en un Coffe House.
Mis amigos se han ido a ver el Rok Garden ( jardín de roca), yo ya lo habia visto, y la historia es curiosa de este jardín. Algún día la contaré y sino, entrar en google. Volvieron encantados, como suponía.
Aquí, Chandigar es supereuropea, en el sector que vivimos, está dedicado en gran parte a la informática. Compré una tarjeta de 2G, por unos 12 euros.
Aquí la gente se junta por la noche y en grupos le pegan al botellón. La ciudad está diseñada para que los de cada sector convivan como en un pueblo pequeño.
La verdad es que para estar un par de días, esta ciudad esta bien, o por lo menos a nosotros nos ha gustado.
Al día siguiente emprendimos nuestro viaje hacia Amristar, la "capital" de los Sikhs.El camino esta lleno de arrozales y de campos de trigo. Esta es la zona de India denominada como el granero de India.
Por el camino vimos una boda, pero el chofer al ser Rajastaní, y la boda Punjabí, nos dijo que no conocía las costumbres y no se atrevió a parar.
Estamos en las tierras que mas sufrieron con la partición de 1947.Corrieron ríos de sangre, y el Punjab, quedó dividida en dos partes, una perteneciente a Pakistan, en la que se incluyo Lahore ( La Venecia India), y la otra en India, con Amristar como ciudad fronteriza, y con todos los Sikhs, que se vinieron a esta parte.
Bueno, aquí hemos venido sobretodo para ver el Templo de Oro, el Santa Santorum de los Sikhs, y cuyo asalto por parte del ejercito indio, traería como consecuencia la muerte de Indira Gandhi, 6 meses después , por sus guardaespaldas, Sikhs.
Hemos venido a un Hotel Shita Nivas, que está al lado del templo, no muy bueno, pero si barato. El espectáculo, de cara a mis amigos, lo he montado yo. La poli no nos dejaba entrar hasta la parte vieja de la ciudad con el coche. Entonces lo hemos dejado en un parking, y yo con Txiki hemos caminado hasta el hotel. Allí en nuestro inglés de Oxford, hemos explicado nuestro problema ( sobretodo moviendo las manos) y acto seguido, un sikh, ha cogido la Vespa, me he montado yo atrás y hemos recorrido la ciudad hasta dar con nuestros amigos. Acto seguido hemos reemprendido el camino al hotel, yo desde mi atalaya privilegiada. El de la vespa, habló con los polis y nos dejaron pasar a todos. Una lucida delante de mis amigos,(Yo ya sabía esto de la vez anterior que estuve en India, pero ellos no lo sabían).
Por la tarde una visita a la Plaza de Jallianwalla Bagh, donde en 1919, en una manifestación pacífica en esta explanada , los ingleses cerraron el único punto de acceso y sin previo aviso comenzaron a dispara ante el estupor ,el pánico y el horror de los indios. De 1600 personas reunidas, hubo 1200 muertos. Supuso un punto inflexión grandísimo, que al final acarrearía la Independencia.
Por la noche, y el día siguiente hemos visitado el Templo del Oro.
Para nosotros, un monumento a LA TOLERANCIA. Puede entrar cualquier persona de cualquier religión, y todo lo demás que se os ocurra para acabar la frase. Solamente hay dos condiciones, ir descalzo y llevar la cabeza tapada con , normalmente un pañuelo. Hay pañuelos a la entrada, y los zapatos los guardan.
Dentro todo es armonía, tranquilidad ,paz, limpieza, etc... Grupos de voluntarios que se van turnando, se encargan de baldear el mármol, otros de dar comidas a los peregrinos (hasta 40.000 diarias), otros guardan los zapatos, otros limpian los cacharros de comer, y así sucesivamente. Todo esto sin pedirte ni una rupia. El trato es exquisito, no hay problemas para hacer fotografías, Solamente no se puede sacar en el lugar que está el libro sagrado, que van leyendo las 24 horas del día,. Es una de las experiencias (el estar aquí) mas gratificantes. Dicen que es el segundo lugar , después del Taj, mas visitado en India .La experiencia merece la pena un viaje a India.
Por la tarde en plan un poco cabroncete les mandé a mis amigos a ver el cambio de guardia y la bajada de la bandera en la frontera India-Pakistan..
Es un momento de exaltación nacionalista por ambas parte. Los indios gritan apoyando a los suyos, y los pakistaníes también. Los espectadores están en unas gradas, pero separados ambos países.
Cuando volvieron no me echaron mucha bronca, solamente una sonrisa maliciosa y ya está.
Por la tarde, callejear un poco. Entré en un gimnasio mixto (en India ), mandé lavar la ropa en el hotel. ¡un euro me costó!, y después de una buena cena en un hotel para europeos, en la que no faltó ni la cerveza (traída a escondidas ), ni el tandoori chiken, a dormir.
Mañana regresamos a Delhi .Agur. Daniel