jueves, 12 de noviembre de 2009

NEPAL


Tres noches en Katmandhu, han sido suficientes. Nada que ver con la antigua capital nepalí. Ahora es una macrociudad y que solamente vive del turismo. Si antes fue del, de montaña, ahora es el turismo de grupos organizados, cuya ansiedad es comprar y ver un par de templos. Yo salí muy poco del barrio de Tamel, donde teníamos el hotel. Muy bueno por cierto, el Tibet Guest House, yo creo que regentado por tibetanos, que tuvieron un comportamiento espléndido. ( Ya lo conocía de otros viajes).
El viernes decidí, reencontrarme con mi pasado y traté de ir caminando hasta Pasupatina ( lugar de cremaciones). En mi gesticular ingles-nepalí, fui preguntando y..., conseguí llegar. Hay que tener en cuenta que desde el hotel, habría unos 7 Km. Por el camino se me rompió la sandalia y me volví un poco loco para encontrar un zapatero callejero. Lo encontré en una acera , claro está y mientras cosía, pegaba, clavaba y todo eso, me abrió un paraguas para que no me molestara ...el sol.
Me lo paso, "pipa", viendo trabajar a estos artesanos, y normalmente no les regateo ni una rupia del precio que me piden.
Cuando llegue a Pasupatina, me pedían 500 Rupias por entrar. Me dí media vuelta y traté de entrar por otro lugar. Me pillaron y me hicieron dar la vuelta. Aun así conseguí hacer tres o cuatro fotos a los crematorios. Había tres cadáveres "ardiendo", pero no se concentraba gente a su alrededor. Los encargados de la cremación se refugiaban bajo el porche del templo que hay al lado.
Después de un ratillo de olor a carne quemada y viendo que ya no tenia nada más que hacer allí, emprendí el camino de vuelta. Esta vez en taxi, porque ya había conseguido mi propósito que era encontrar el lugar por mi mismo y hacerlo a pie.
De vuelta en el hotel, siestecita, ver el tour y descansar. Cuando vinieron mis amigos, me contaron que habían contratado un taxi para hacer una vuelta por el valle de Katmandhu, y que aunque les había gustado, les fastidiaba tener que pagar por todo. Visitar Bagdahon, solamente la entrada al pueblo, costaba 10 dólares por cabeza. Quizás por ello propusieron abandonar al día siguiente Katmandhu y venir hacia Pokara.
No me pareció mal, hice algunas compras, ( me faltaba el cuchillo de Marcelino), y preparar la mochila para el día siguiente.
Nos vinimos a Pokhara, con la ilusión de ver los Anapurnas , pero..., estaba jarreando como no lo había hecho nunca. De todas las maneras, estos tres, han salido para hacer una caminata de dos días cara al Anapurrna. Yo me quedo tranquilamente, en un café en frente del hotel, donde hay una cristalera con unas vistas al lago increíbles. No me mojo, y ayer me pusieron música de Manu Chao. Espero que sean la cinco de la tarde que hay eso hoper hours o algo parecido, vaya que por el precio de uno dos, o sino como ayer, pizza y una cerveza de litro 150 Rupias que son un euro y medio. Ya me contaran su experiencia mis amigos cuando regresen. Sigue lloviendo a mares.
No se ve nada de las montañas, y eso que a las cinco de la mañana me he subido a la terraza del hotel para poder divisar algo, y nada. Mañana lo intentaré de nuevo. Namaste Daniel

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