De Taxistas suicidas y del viaje a Tarapoto
Ya henos hecho nuestro particular camino de santiago peruano, y hemos llegado hasta Tarapoto. Yo como peregrino aventajado, he seguido hasta el Finisterre peruano, y he ido hasta Yurimaguas. Fin de trayecto. Desde aqui lo único que queda es coger un barco y seguir por el Huallaga hasta su confluencia con el Marañón, para proseguir hasta Nauta donde se junta con el Ucayali, y ya con el nombre de Amazonas. continuar hasta Iquitos. Total en barco este trayecto son dos o tres días.
Esta era mi primera intención, pero el tiempo se nos ha echado encima y luego había que ver la vuelta desde Iquitos. Total, que cual conservadores ( será la edad), hoy al nediudía agarramos el bus, y por donde hemos venido: Chiclayo, Trujillo, Lima, volvemos a la "capi".
Desde Chachapoyas, un baile continuo de taxis o colectivos. No había bus directo, y entonces lo que hicimos fué: un taxi hasta Pedro Ruiz. Los taxis o colectivos se completan con cuatro personas. El último que llega va en medio en el asiento de atrás. Nosotros éramos dos, mas una chica que iba mas allá de Tarapoto tres. Estabanos dispuestos Luis y yo a pagar el importe de la cuarta persona (10 soles unos 3 euros) y salir, pero en ese momento se presento un joven que tambien iba hasta Tarapoto. Completo y genial, porque los cuatro compartíamos el lugar de destino.
El primer taxista, un suicida, en poco llegamos a Pedro Ruiz, allí nos cambiaron a otro colectivo y hasta Nueva Cajamarca. Tambien otro Fitipaldi, porque por aquí el terreno era montañoso y lleno de curvas.
Desde Nueva Cajamarca, nos trasladaron a otro colectivo, y este taxista, sí era prudente. El paisaje cambia totalmente y el calor tambien. Ahora estamos ya en una carretera de la selva, pero totalmente asfaltada y bien cuidada. Se veían hasta fábricas de cemento y todo tipo de producción frutícula, amén de los pastizales robados a la selva.Muca palmera aceitera.
Llegamos a Tarapoto, y fuimos a un hotel recomendado por otros viajeros y por mi. primo; Hotel Pataraska. Muy bien. Habitacion de dos piso. Echamos a suertes las camas, y la fortuna me sonrió a mí. Cama grande, tv, baño. Luis a dormir al piso de arriba.Y ya que estaábamos en la selva, marisco para comer ( camarón y paiche ó pirarucú ) y ceviche para cenar.
Durante el día no hay mucha actividad en el pueblo, porque hace un calor de la pera. Por la noche es cuando sale toda la gente a tomar cervezas y charlar a la fresca. Nosotros estamos alojados en la zona donde están todos estos bares cerveceros.
Al día siguiente como he dicho, hice mi Finisterre y en un bús fuí a Yurimaguas. La carretera estaba genial, de hecho la habían inaugurado hace una año, y en dos horas y media llegamos. Un taxi y al puerto. Allí sentí nostalgia y rabia. El Huallaga, se presentaba majestuoso y aunque el mas famoso barco-lanchón, El Eduardo había partido este mismo sábado a las 8 de la mañama ,para Iquitos, había otro; el Ullises que partiría el lunes.
Me quedé un rato viendo la actividad del puerto, como los estibadores cargaban el barco, los pequeños mercadillos, la cantidad de pescado que había en grandes cestos, y..., como estaba sintiendo pena o impotencia por ni poder hacer lo que había pensado que era descender en barco el río, me fui.
En la Plaza de Armas, en el restaurante la Olla de Barro, amortigüe mi tristeza. Una buena cecina ( carne seca de chancho), con tacocho, y la consabida cerveza Pilsen, hizo que me sintiera mejor.
De vuelta a Tarapoto y como soy muy "segurola" con esto de las fotos, fuí a una tienda de Kodak. Allí me pasaron las fotos a un CD, y me formatearon la otra memoria que tenía para poder hacer la segunda parte del reportaje de este viaje, que es : la vuelta.
No dió mucho mas de sí el día. Muchas motos y un estilo de rischows indios par transportar a personas y equipajes. Las chicas con los rasgos selvaticos, buen tipo, piel morena y todas visten con pantaloncitos cortos, pelo negro muy largo y ..., muy jóvenes, bueno algunas.
Después de cenar fuimos a tomar un, como no, pisco sawer a la zona de copas y.., estaba delicioso, Con mucha ventaja, Luis y Yo, éramos los mas viejos del lugar, con una ventaja de unos 20 años por lo menos. Hay que ser realistas, a casa y a dormir, que el viaje ya va pesando y nos esperan 30 horas de bús hasta Lima. Agur. Daniel
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