sábado, 28 de julio de 2007

Asturias

Hoy miercoles dia 11 de Julio, hemos abandonado Cantabria para entrar en el Principado. Hemos venido por Santillana del Mar y San Vicente de la Barquera, luego hemos cogido la autovía del Cantabrico, hasta Luarca.
Desde aquí, hemos dejado la autovía para desviarnos a un pueblo pequeño Puerto Vega. Es un lugar que nos recomendo Marcelino.
Fuimos al restaurante que el nos dijo, en el mismo puerto, "Marinera", pero no pudimos comer el famoso pescado que nos indicó- Rubiel- porque ese día no había en la lonja. En vez, nos comimos un caldero de garbanzos con callos ( dejaron el caldero en la mesa ), y luego unas sardinas, que mas bien parecían tiburones. 9 euros fué el modico precio.
Despues a andar un poco para bajar la comida. El pueblo es pequeño, pero típico marinero. Tiene un puerto viejo muy curioso, como si fuera la entrada de un laberinto. En estos momentos estan constuyendo un paseo y un rompeolas nuevo. Caminando por el puerto se llega a los acantilados y hay una visión de la costa fantástica.
Luego con el coche en vez de volver a la autovía seguimos por la costa y en media hora, llegamos a nuestro destino, Navia.
Navia es un pueblo industrial que se extiende paralelo a una ría. Tiene un pequeño casco histórico, alrededor del ayuntamiento, que es como un apéndice a la calle principal.
Vinimos a un palacio. El hotel palacio Arias, que estaba en el mismo centro.
Comenzamos a pasear un poco por ahí, y entramos en una sidrería. Pedimos, como no sidra y una camarera nos fué escanciando una botella en los dos vasos. Tanto trabajo por dos euros.
Descubrimos un buen sitio para cenar y allí nos dirijimos. Sidrería Magaya. Ya no la abandonaríamos en los días de nuestra estancia aquí. Cenamos de sibaritas. Almejas a la marinera, quesos astures, con tabla de embutidos, vino Ribera del Duero, en cantidad, café y Patxaran. Nos salio a 23 euros por cabeza, pero nos fuimos contentos a casa.
Al día siguiente,12, Jueves, decidimos seguir la ruta que nos había dado Marcelino y ..., empezamos visitando unos castros, preciosos, para luego dirigirnos hasta el Boal. Aquí fuimos a ver el restaurante El Zangano, de un amigo de Marcelo, y.., nos comimos unos embutidos, con sidra, que se escanciaba mediante un artilugio mecanico muy curioso.
Luego hicimos la locura recorrimos como 60 kilometros para ir a comer pulpo hasta Fontsagrat, en Lugo. Para ello, fuimos por unas carreteras de montaña que te mueres. Llegamos a eso de las tres de la tarde y en La Caldeira, nos pusimos de pulpo como para todo el año.
La vuelta fue mas suave, fuimos a Grandas de Salima, y estuvimos viendo el mejor museo etnográfico que hemos visto nunca. De verdad, fantastico. Luego entramos en un pueblo abandonado, San Esteban de lo Buitres, precioso, pero con 3 familias. A mí me hacia recordar a Tiermas. Por la noche otra vez al Magaya. Huevos rotos con foi, divinos, si alguien quiere ya le explicaré como se hacen, aparte de un entrecot , el consabido Ribera del Duero y todo eso.Y como el dia anterior a dormir mas calientes que unas castañuelas. Estas son las vacaciones del Yantar. Daniel

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