Dia 13 de Julio Viernes.
Hoy tuve el susto de la pérdida de la máquina de fotos,que al final, apareció. Tuvimos que volver hasta el Boal para recuperaarla, pero..., todo quedó en un susto.
Salimos con nuestro flamante GPS rumbo a Galicia
Decidimos ir por la costa, y así fuimos a ver Estaca de Bares. Antes de llegar a este cabo, hay un pueblecito de pescadores precioso, se llama O Barqueiro.
Fantásticamente bien, como ya va siendo habitual, sentados en la terraza mirando al mar y..., pegándole a las almejas, gambas a la plancha, bacalao a la gallega, pimientos del padron y cuatro pintas de cerveza, que luego había que conducir. Un puerto muy bonito de verdad. En el mismo restaurante, hay pensión.
Luego fuimos al faro mas septentrional de la penísula. El lugar es bonito y merece la pena llegar hasta allí. Luego hasta El Ferrol, antes del Caudillo.
Aquí teníamos un muy buen hotel de la cadena Barceló, pero nos costó Dios y ayuda llegar hasta él, por las obras y las características especiales de esta ciudad.
El Ferrol, es una ciudad "rara". Mas que fea es rara. Tiene muchas zonas peatonales, pero junto a edificios modernos, otros medio destruidos, ( al lado del puerto), amén de todo el rollo militar y la cantidad de espacio que ocupan.
Antiguamente esto era una posición estratégica militar ( puerto naval ) y después se fué construyendo el pueblo.
Pasear por sus calles te da una extraña sensación, y sin embargo en dos tabernas que entramos, ademas del consabido pulpo, había una tabla de vinos inmensa. Bueno, la segunda taberna, es "pijolandía", hasta gente vestida con lentejuelas y todo eso.
---------------Dia 14 de Julio-------
Hoy salimos de nuestro flamante hotel. Como el desayuno estaba incluido, ya se sabe, como buitres. Primero tuve que cambiar el coche, pues lo había dejado en carga y descarga. Lo llevé a una plaza de zona azul y..., resulta que no hay parquímetros, que tú pones una nota diciendo cuando llegaste y cuando te vas a ir y ya está. Ya digo, "rara" esta ciudad.
Nos dirigimos hacia Santiago, pero antes, paramos en Betanzos. Nos encantó. Además la ciudad estaba adornada con pendones medievales, por ser alguna fiesta conmemorativa, y el casco antiguo lucía en todo su explendor. Merece la pena hacer noche aquí y no en el Ferrol.
Nuestra siguiente etapa ya va a ser Santiago. Daniel.
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