¿Como describir la sensación que tienes cuando vas a tu ventana y contemplas Jaisalmer?
La ventana tiene un alfeizar interior muy grande, sobre la que se extiende una colchoneta forrada y unos almohadones, como de sultán. Te tumbas en ella o te reclinas en la almohada apoyando la espalda en la pared y contemplas como abajo en el pueblo, sobre las terrazas, la gente se va despertando y estirándose. Unos han dormido sobre charpoy y otros sobre simples telas.
Nosotros estamos en un haveli, dentro de la fortaleza. A nuestros pies se extiende el pueblo de Jaisalmer.
Los havelis, son casas en piedra que asemejan pequeños palacios. Eran los lugares de residencia de los ricos comerciantes que atravesaban el desierto del Thar, y se detenían aquí, punto estratégico en las rutas comerciales. Como están construidos con piedra caliza, muy fácil de cincelar, tanto las fachadas, como las terrazas, los balcones, ventanas, etc…, adquieren unas formas como los pueblos de Aladino y su lámpara maravillosa.
Muchos de estos havelis, han sido transformados en grandes o en pequeños hoteles, y nosotros nos podemos permitir el lujo de estar en uno de ellos, dentro de la fortaleza. .Nos cuesta como 5 euros a cada uno y tenemos aire acondicionado aunque, "acondiciona” poco..
El domingo 9 de Agosto, las mujeres iban paseando con unos saris muy llamativos. Ribetes dorados o plateados y multitud de abalorios, y también joyas en sus tobilleras, pulseras, en la nariz, collares y demás.
Por un momento pensé, como de pueblo que soy, que seria el sari de los domingos, pero me extrañaba un poco.
Luís me dijo que era un día de fiesta de las mujeres, que querían " agraciar " a sus maridos y que por ello iban así de elegantes y acompañadas en muchos casos de sus suegras, dirigiéndose a comprar dulces para disfrutarlos juntos. Un indio que hablaba español, me comentó que era simplemente una fiesta solo de mujeres, que se juntaban, paseaban y exhibían su ajuares . ( Hice varias fotos).
Por lo demás, la agradable rutina de siempre, desayunar en el Mónica, cenar en el Tréo, tomar te en los banquitos al lado de la fortaleza, siesta y lecturita.
Termine un libro indio fantástico: "El Dios de las pequeñas cosas" que aunque ambientado en Kerala, ( nada que ver con el Rajastán), ayuda a entender algo a este país.
Hoy lunes, ya la gente va vestida "normal ", excepto alguna con "resaca".
Corre aire, y aunque puede ser que la temperatura ronde los 40º, no se pasa excesiva calor .Ya se sabe: agua, cerveza y A/C .En Julio debieron de andar por los 45º.
Veo el desayuno: jugo de naranja natural, 4 tostadas, mantequilla, mermelada, miel y café negro. Hasta para la vista queda bonito. Son 90 rupias euro y medio al cambio. No se si me voy a acostumbrar a los precios de "allá" cuando vuelva.
Desde aquí, la terraza del Mónica, se ve muy bien toda la gente que camina en torno a la fortaleza. Los indios, las mujeres indias ya con sus saris normales y los "turis".
Entre estos, hay parejas mixtas ( o/a) pero la mayoría son mujeres. Viajan muchas solas, algunas en parejas y otra mini-mayoría en grupos de 3 ó 4. Bastante mas que "turistos".
Ah! Aquellos tiempos en los que ir con un hombre daba garantía de "seguridad".
Bueno, es lo que hay, y como va el mundo. En Navarra, ( he leido ), en las oposiciones consiguieron plaza una proporción de 5 a 1. Vamos siendo " RAROS".Imaginad esta proporción en mi escuela, 30 mujeres y 6 hombres. Bueno, siempre nos quedara el fútbol.
Se me olvidaba, Luís ha ido a pasar el día y la noche al desierto. Ya contará como le fue y como tiene el "culo" del camello.( el suyo, el de Luís, quiero decir).
He aprovechado la mañana; después de mi consabida hora de internet, he ido a una barbería. El tipo, tenia "diploma" de barbero y máquina eléctrica, con la cual me ha rebajado la barba, como en Pamplona. Un masaje facial estilo "california" ha sido la culminación de la sesión. Total, 1 euro y porque le he dado propina, que el solo me había pedido medio.
Luego he ido a ver si me arreglaban el elástico del traje de chándal, ( lo traje de casa para eso),. Pues también lo han hecho. Otro euro y en paz. Si hubiera próximo viaje, me traigo, zapatos para arreglar, pantalones para coger bajo y todo eso.
Nuestra sociedad, no arregla nada. Cuando algo se estropea, se tira y nuevo. Aquí se arregla todo, a algunos hasta la vida.
Esto lo escribo al "calor", nunca mejor dicho, pues estaremos por encima de los 40º, de una cerveza fría Kingfisher Strong. Lo hago desde el restaurante que contemplo de arriba - abajo, cuando miro desde mi ventana del hotel. Hoy quería hacerlo al revés, descubrir cual era mi ventana, observando de abajo-arriba, y lo he hecho .Trago va trago viene, yepa. Por vosotros amigos y lectores,.
El entorno es el ideal para leer Samarcanda, el libro de Amin Maalouf, que habla sobre el sabio, astrónomo ,poeta, persa Omar Jayyan, que canta a los placeres cotidianos: buen vino, bonitas mujeres, agradables jardines, buenas comidas, etc..Este es el momento y el marco adecuado, contemplando la fortaleza de Jaisalmer, una buena cerveza, sentado en una fresca terraza, y con el sonido de una máquina de coser manejada por un sastre.
A propósito. ¿ Por que en India, donde hay miles de sastrerías, todos son sastres varones?. La respuesta como diría Dylan, esta en el viento.
Dos moscas intentan aprovecharse de mi cerveza sin pagar. De un soplido las espanto. Estas en India, no las puedo matar. Igual son, como diría Xabier Yarnoz la reencarnación del dueño del bar. Siguen con vida, y yo leyendo y bebiendo.
La mosca insiste, entonces yo, termino el vaso y.. adiós mosca y adiós cerveza.
Siesta, y por la tarde he paseado por la muralla, por donde las almenas, que no pasea nadie. Sucias y descuidadas. No se puede dar la vuelta a toda la fortaleza paseando por aquí. Todo son cacas de vacas, de humanos, telas, plásticos, piedras mal amontonadas...
Cuando caminaba por allí, un señor estaba a punto de hacer sus necesidades, me vio, levanto el pantalón y se fue. ( Sin hacer).
Mas adelante, una viejita iba con una botella de agua en la mano. Yo ya sabía a que iba. Me miró sorprendida diciendo ¿ Tu, que haces paseando por nuestro espacio?.
A continuación salí de la muralla para pasar al pueblo interior y…, me angustié un poco porque entre las callejuelas no encontraba la plaza que conducía a la salida.
Salí, me fui a cenar. Por variar, fui a uno de los que ponía la guía. ¡Yo solo en el restaurante!. . Me disculpé y me fui al Trio. ( A donde siempre )
No varié, sopa, chiken tandori y cerveza ( entera para mi solo, marcando el ritmo de los tragos).
Allí estaban también, la pareja de italianos (os), la señora con los dos niños horribles que la noche anterior fastidiaban a los músicos, la pareja o-a, él con coleta y ella operada de la nariz, según Luís, que el día anterior cenaban con vino, y otros conocidos.
Oséa, me di cuenta que animal de costumbres somos muchos y que si he estado bien en un sitio, ¿ para que voy a cambiar? Por mucho que digan las guías tal o cuál Un té donde los bancos , donde siempre completaron mi ultima noche en Jaisalmer. Ah!, hoy toda la cama para mi.
No pude dormir por el calor, o por los tres cafés negros y un té que me tomé la noche anterior.
Hoy 11 de agosto, es el día que abandonaré Jaisalmer y comienza el regreso a "casa".
El dueño del hotel se ofrece para llevarnos a la estación del tren y también nos deja una habitación para descansar y ducharnos hasta que sea la hora.
Luís ha vuelto de su excursión en camello, y..., el culo dolorido. Intentaré acabar mis crónicas indias desde Delhi. El 15 estoy en casa. Agur. Namaste. Daniel
La ventana tiene un alfeizar interior muy grande, sobre la que se extiende una colchoneta forrada y unos almohadones, como de sultán. Te tumbas en ella o te reclinas en la almohada apoyando la espalda en la pared y contemplas como abajo en el pueblo, sobre las terrazas, la gente se va despertando y estirándose. Unos han dormido sobre charpoy y otros sobre simples telas.
Nosotros estamos en un haveli, dentro de la fortaleza. A nuestros pies se extiende el pueblo de Jaisalmer.
Los havelis, son casas en piedra que asemejan pequeños palacios. Eran los lugares de residencia de los ricos comerciantes que atravesaban el desierto del Thar, y se detenían aquí, punto estratégico en las rutas comerciales. Como están construidos con piedra caliza, muy fácil de cincelar, tanto las fachadas, como las terrazas, los balcones, ventanas, etc…, adquieren unas formas como los pueblos de Aladino y su lámpara maravillosa.
Muchos de estos havelis, han sido transformados en grandes o en pequeños hoteles, y nosotros nos podemos permitir el lujo de estar en uno de ellos, dentro de la fortaleza. .Nos cuesta como 5 euros a cada uno y tenemos aire acondicionado aunque, "acondiciona” poco..
El domingo 9 de Agosto, las mujeres iban paseando con unos saris muy llamativos. Ribetes dorados o plateados y multitud de abalorios, y también joyas en sus tobilleras, pulseras, en la nariz, collares y demás.
Por un momento pensé, como de pueblo que soy, que seria el sari de los domingos, pero me extrañaba un poco.
Luís me dijo que era un día de fiesta de las mujeres, que querían " agraciar " a sus maridos y que por ello iban así de elegantes y acompañadas en muchos casos de sus suegras, dirigiéndose a comprar dulces para disfrutarlos juntos. Un indio que hablaba español, me comentó que era simplemente una fiesta solo de mujeres, que se juntaban, paseaban y exhibían su ajuares . ( Hice varias fotos).
Por lo demás, la agradable rutina de siempre, desayunar en el Mónica, cenar en el Tréo, tomar te en los banquitos al lado de la fortaleza, siesta y lecturita.
Termine un libro indio fantástico: "El Dios de las pequeñas cosas" que aunque ambientado en Kerala, ( nada que ver con el Rajastán), ayuda a entender algo a este país.
Hoy lunes, ya la gente va vestida "normal ", excepto alguna con "resaca".
Corre aire, y aunque puede ser que la temperatura ronde los 40º, no se pasa excesiva calor .Ya se sabe: agua, cerveza y A/C .En Julio debieron de andar por los 45º.
Veo el desayuno: jugo de naranja natural, 4 tostadas, mantequilla, mermelada, miel y café negro. Hasta para la vista queda bonito. Son 90 rupias euro y medio al cambio. No se si me voy a acostumbrar a los precios de "allá" cuando vuelva.
Desde aquí, la terraza del Mónica, se ve muy bien toda la gente que camina en torno a la fortaleza. Los indios, las mujeres indias ya con sus saris normales y los "turis".
Entre estos, hay parejas mixtas ( o/a) pero la mayoría son mujeres. Viajan muchas solas, algunas en parejas y otra mini-mayoría en grupos de 3 ó 4. Bastante mas que "turistos".
Ah! Aquellos tiempos en los que ir con un hombre daba garantía de "seguridad".
Bueno, es lo que hay, y como va el mundo. En Navarra, ( he leido ), en las oposiciones consiguieron plaza una proporción de 5 a 1. Vamos siendo " RAROS".Imaginad esta proporción en mi escuela, 30 mujeres y 6 hombres. Bueno, siempre nos quedara el fútbol.
Se me olvidaba, Luís ha ido a pasar el día y la noche al desierto. Ya contará como le fue y como tiene el "culo" del camello.( el suyo, el de Luís, quiero decir).
He aprovechado la mañana; después de mi consabida hora de internet, he ido a una barbería. El tipo, tenia "diploma" de barbero y máquina eléctrica, con la cual me ha rebajado la barba, como en Pamplona. Un masaje facial estilo "california" ha sido la culminación de la sesión. Total, 1 euro y porque le he dado propina, que el solo me había pedido medio.
Luego he ido a ver si me arreglaban el elástico del traje de chándal, ( lo traje de casa para eso),. Pues también lo han hecho. Otro euro y en paz. Si hubiera próximo viaje, me traigo, zapatos para arreglar, pantalones para coger bajo y todo eso.
Nuestra sociedad, no arregla nada. Cuando algo se estropea, se tira y nuevo. Aquí se arregla todo, a algunos hasta la vida.
Esto lo escribo al "calor", nunca mejor dicho, pues estaremos por encima de los 40º, de una cerveza fría Kingfisher Strong. Lo hago desde el restaurante que contemplo de arriba - abajo, cuando miro desde mi ventana del hotel. Hoy quería hacerlo al revés, descubrir cual era mi ventana, observando de abajo-arriba, y lo he hecho .Trago va trago viene, yepa. Por vosotros amigos y lectores,.
El entorno es el ideal para leer Samarcanda, el libro de Amin Maalouf, que habla sobre el sabio, astrónomo ,poeta, persa Omar Jayyan, que canta a los placeres cotidianos: buen vino, bonitas mujeres, agradables jardines, buenas comidas, etc..Este es el momento y el marco adecuado, contemplando la fortaleza de Jaisalmer, una buena cerveza, sentado en una fresca terraza, y con el sonido de una máquina de coser manejada por un sastre.
A propósito. ¿ Por que en India, donde hay miles de sastrerías, todos son sastres varones?. La respuesta como diría Dylan, esta en el viento.
Dos moscas intentan aprovecharse de mi cerveza sin pagar. De un soplido las espanto. Estas en India, no las puedo matar. Igual son, como diría Xabier Yarnoz la reencarnación del dueño del bar. Siguen con vida, y yo leyendo y bebiendo.
La mosca insiste, entonces yo, termino el vaso y.. adiós mosca y adiós cerveza.
Siesta, y por la tarde he paseado por la muralla, por donde las almenas, que no pasea nadie. Sucias y descuidadas. No se puede dar la vuelta a toda la fortaleza paseando por aquí. Todo son cacas de vacas, de humanos, telas, plásticos, piedras mal amontonadas...
Cuando caminaba por allí, un señor estaba a punto de hacer sus necesidades, me vio, levanto el pantalón y se fue. ( Sin hacer).
Mas adelante, una viejita iba con una botella de agua en la mano. Yo ya sabía a que iba. Me miró sorprendida diciendo ¿ Tu, que haces paseando por nuestro espacio?.
A continuación salí de la muralla para pasar al pueblo interior y…, me angustié un poco porque entre las callejuelas no encontraba la plaza que conducía a la salida.
Salí, me fui a cenar. Por variar, fui a uno de los que ponía la guía. ¡Yo solo en el restaurante!. . Me disculpé y me fui al Trio. ( A donde siempre )
No varié, sopa, chiken tandori y cerveza ( entera para mi solo, marcando el ritmo de los tragos).
Allí estaban también, la pareja de italianos (os), la señora con los dos niños horribles que la noche anterior fastidiaban a los músicos, la pareja o-a, él con coleta y ella operada de la nariz, según Luís, que el día anterior cenaban con vino, y otros conocidos.
Oséa, me di cuenta que animal de costumbres somos muchos y que si he estado bien en un sitio, ¿ para que voy a cambiar? Por mucho que digan las guías tal o cuál Un té donde los bancos , donde siempre completaron mi ultima noche en Jaisalmer. Ah!, hoy toda la cama para mi.
No pude dormir por el calor, o por los tres cafés negros y un té que me tomé la noche anterior.
Hoy 11 de agosto, es el día que abandonaré Jaisalmer y comienza el regreso a "casa".
El dueño del hotel se ofrece para llevarnos a la estación del tren y también nos deja una habitación para descansar y ducharnos hasta que sea la hora.
Luís ha vuelto de su excursión en camello, y..., el culo dolorido. Intentaré acabar mis crónicas indias desde Delhi. El 15 estoy en casa. Agur. Namaste. Daniel
2 comentarios:
Creo que esta foto se llevaría la palma, es la más conseguida de todas las que has publicado, son muy buenas. Fantásticas, felicidades
juan
Me habría encantado ser yo el autor
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